Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

febrero 25, 2008

Las primeras horas en Barcelona


Las primeras horas en Barcelona fueron frenéticas, impulsivas, espontáneas.
La ciudad desde el primer segundo me cuativó.
Lo que viví al llegar a Barcelona, sencillamente creo que no lo puedo explicar, aunque vengo desde la entrada anterior intentándolo.
Dejé la maleta en el hotel, y bajé corriendo por la Nou De La Rambla buscando el mar, por primera vez sin música, sin ideas, sin imágenes sin nada.
Mi pelo húmedo al viento, mi cara lavada y la ilusión de re encontrarme con el mar.
No tengo claridad de qué caminos seguí, sólo que era muy temprano y hacía un frío espantoso, pero yo estaba tremendamente feliz.
Cuando me topé con el puerto me quedé ahí, contemplando embobada, largo rato, mucho, mucho rato.
Y me fui caminando por la orilla, y no sé en qué lugares me interné, al azar, intuitivamente, por calles estrechas y oscuras; y otras anchas e iluminadas en forma alternada.
Di vueltas por el barrio gótico, disfrutando de la oscuridad de ese lugar, de sus edificios añosos, de la gente desperezándose e iniciando su día, vi como la ciudad despertaba. Como se dejaba bañar por los rayos del sol.
Me perdí un poco, y la idea de que solo fuera un poco me divertía.
Llegué no sé como al Passeig de Gràcia en el Eixample (Ensanche) y entré a la Casa Batlló que es conocida como la Joya Arquitectónica de Antoni Gaudí. Fue mi primer encuentro con él y con su genialidad.


Tenía expectativas muy altas, por toda la obra arquitectónica de Gaudí, pero me quedé corta.


En cuanto entré a la Casa Battló, la belleza y la conexión con lo más profundo del ser humano que ahí se respira, me hizo llorar de la emoción, pero de felicidad, ante tanta hermosura y ante el misticismo expresado en formas orgánicas, dulces y perfectas.


Fue raro, en cuanto entré me estremecí, la piel se me erizó y me puse a llorar.


Además casa Battló, es toda azul, de nuevo el mar me llamaba, y me recordaba que ha sido y será siempre uno de mis grandes amores.


Cualquier cosa que diga es una aproximación poco representativa (en intensidad) de lo que experimenté. Todo desde adentro, exaltación remeciéndose, emociones revueltas CATARSIS, y de a poco mucha paz, inundándolo todo. No sólo un estado emocional, sino también una sensación física, de ARMONÍA, de limpieza, etc.


Para qué seguir buscando palabras mejor hoy quedo hasta acá, y dejo estas fotos que pueden contribuir a transmitir todo esto.

Feliz Cumpleaños Barcelona


No. No estaba de cumpleaños Barcelona, estaba de cumpleaños yo. Y empecé el ciclo dejando Madrid atrás, rumbo al aeropuerto observando la ciudad dormida y escuchando a Celia Cruz, que era la música que disfrutaba y coreaba el taxista, yo también tarareé un poco, estaban bonitas las canciones, nostalgia de palmeras y otras más.

Era para mí un día muy especial, se cerraban varios circulos y se abrían otros más, todos concéntricos, no pensaba en nada, solo los veía dibujarse en el aire, expandiéndose y encogiéndose, variando de color, tamaño e intensidad lumínica, superponiéndose unos con otros. En una sucesión casi infinita.

La madrugada estaba sumamente helada, pero mi corazoncito experimentaba calor, un calor diferente, una alegría calmada tranquila que no sabría explicar bien.

El vuelo a Barcelona partió puntual, casi vacío y vi como todo se alejaba hasta ser sólo luces, sólo manchas.

En el trayecto pensé en un par de amoríos locos que había tenido durante el año anterior (exactamente dos, uno ligeramente más relevante que el otro), no se por qué. Y por primera vez en mucho tiempo me sentí sola, pero sola de verdad, y lo raro es que esa sensación me gustó. Era una soledad diferente, buscada, NECESARIA.

Se me venían muchas imágenes a la cabeza, y todo me daba risa, mucha risa, era un cosquilleo, como una alegría bullente, como una ebriedad. Intenté leer un rato, pero me dormí, o más bien casi me dormí, y me venían imágenes de diferentes momentos de mi vida, felices, tristes, gloriosos, patéticos, emotivos, insensibles, relevantes, superficiales, etc. De todo.

De a poco empezó a aparecer Barcelona todavía a oscuras, entre la niebla.

Cuando salí del aeropuerto y vi como empezaba a amanecer sobre la ciudad, supe que iba a ser un gran día.

febrero 24, 2008

Las 8 antes de morir

Hago una pausa en la revisión de mi viaje por que Dany me invitó a participar de un juego, de esos que circulan por la blogósfera, y como me gusta jugar, juego.

Acá voy.

El juego consiste en pensar ocho cosas que queremos hacer, sí o sí antes de morir, luego escribirlas en el blog, y invitar a 8 personas más a jugar, y dejar un comentario desde donde nos invitaron. (los que jueguen copiar estas instrucciones)

1. Viajar a Cuba antes del cambio de régimen. Con la renuncia de Fidel se me está complicando la cosa pero si me apuro capaz que alcanzo, quizás como vaya todo de aquí a diciembre, no creo que varíe tanto. El contacto ya está hecho con alguien de la Habana, por que la idea es llegar a la casa y compartir con una familia cubana, en vez que estar encerrada sin salida en un "all inclusive" en Varadero (eso no está dentro de mis planes). Estando por ahí mismo, escaparme a la prestigiosa escuela de cine y TV de San Antonio de los Baños, y hacer un curso de guión.

2. Vivir durante 1 año en Firenze - Italia, estudiando historia del arte (este objetivo está como lejos requiere de mucho, mucho, mucho dinero y logística, pero quién sabe quizás algún día tenga la energía suficiente, me atreva y tenga suerte).


3. Ganar la Muestra Nacional de Dramaturgia, y que mi obra la dirija alguno de los directores chilenos que admiro. De momento sigo participando, y en el camino mi escritura va mejorando (al menos eso creo)

4. Tener un hijo y que me enseñe muchas cosas.

5. Dirigir un video clip.

6. Publicar una novela (en realidad más de una)

7. Dejar de ser tan perseguida

8. Aprender a hablar francés y viajar a la ciudad de la luz.

Eso, el juego se lo paso a todos los que quieran seguirlo es trampa por que debiera seleccionar a ocho, pero me da flojera y para que nadie se sienta presionado, los que quieran.

febrero 20, 2008

Templo de Debod

A la salida de los jardines Sabatini, me fui caminando por ahí en dirección al templo de Debod, ya me habían hablado de él y tenía muchas ganas de conocerlo.
En el camino musicalizado con "Para no olvidar" y otros temas de Los Rodríguez (en realidad muy pegada durante todo el viaje escuché casi exclusivamente los discos "Palabras más, Palabras Menos" y "Sin Documentos"), me encontré con una escultura preciosa de la que no recuerdo el nombre ni el autor, y no lo tengo anotado en ninguna parte, así que si alguien lo sabe me ayuda (es esta de acá abajo).


Siguiendo el mismo el camino, llegué después de algunos minutos al templo de Debod, que es un edificio original EGIPCIO de 2200 años de antiguedad , que estuvo dedicado al culto de los dioses Amón e Isis.

Fue donado por el estado Egipcio a España en 1968, en agradecimiento por la ayuda prestada en el rescate y restauración de los templos de Abu Sembel, en Nubia.

Entonces en medio de Madrid hay un templo egipcio que se trajeron bloque a bloque y re armaron acá.

En este lugar recordé a una gran y muy querida amiga que desde la infancia ha estado cautivada por la cultura egipcia, y contaba de sus historias, su simbología, su forma de percibir la vida, etc, la recordé mucho.

Y estando ahí, en medio de ese templo de Dioses lejanos que desconozco, por que al final todo culto religioso por diverso que sea va hacia el mismo fin, el anhelo de trascendencia humana, le pedí a esas divinidades de culturas milenarias, que la cuidaran y que le dieran la fuerza que necesita para enfrentar una crisis que está viviendo.

Imaginé el Nilo inundando todo, y arrasando con todo a su alrededor, y vi también la tierra fértil que dejaba a su paso, y a los habitantes del antiguo Egipto disfrutando de la vida y de los rayos del Sol. Esas ideas e imágenes me llegaban al interior del templo de Debod y le pedí a Amón e Isis que acompañen a mi amiga SIEMPRE. Y creo sinceramente que me escucharon, a pesar de los milenios transcurridos, y las diferencias, sencillamente lo sentí.


febrero 18, 2008

Real Monasterio de La Encarnación

A la mañana siguiente partí en Metro al Palacio Real, la estación más próxima es Ópera.
En general en Madrid con un buen mapa de la ciudad más la referencia del metro, puedes llegar a casi cualquier lugar sin mayor problema.
El Palacio Real, estaba cerrado por actividades oficiales, así que me tuve que conformar con la idea de pasar a la vuelta (después de las otras ciudades al regresar a despedirme de Madrid).


Así que aproveché de pasar al Real Monasterio de La Encarnación (que está muy cerquita), y me quedé un poco choqueada con el concepto católico de las reliquias.
Ya había visto un par en otros lugares años atrás, pero nunca en una concentración tan exagerada como acá.Tienen en este monasterio un relicario (justo atrás del altar) que consiste en una habitación llena de vitrinas con cofres de maderas, piedras y metales preciosos muy trabajados, con mucho detalle, que contienen huesos de los más diversos santos (más de 700 piezas aseguran).
Esta cultura de sacralizar los restos simplemente no la comprendo, así que fue muy raro estar en ese lugar, tan silencioso, poco iluminado y con un frío que no tengo palabras para describir. Quizás es un frío de muerte, de ánimas que andan rondando, o de energía extraña que emanaba de esos huesos.
A este lugar van las monjas a rezar, cuando quieren un momento de máxima privacidad y de conexión mística con Dios, ¿raro cierto?, más fácil (no, fácil no es la palabra correcta), más probable encontrarlo en nuestro interior, o contemplando el mar, o las estrellas o amando o algo así, creo yo. Pero bueno como está claro que no soy monja, ja, ja, ja, como que da un poco lo mismo mi opinión, total cada uno con sus creencias y con su opciones de vida.
Dentro de las piezas destaca el vaso que contiene la sangre de San Pantaleón, que supuestamente (lo siento pero me resulta imposible creerlo por motivos prácticos) se licúa de forma milagrosa todos los años el día 27 de julio. El detalle es que son 3 o 4 gotitas que se licuan año a año, en una ceremonia que es televisada, y en la que tanto los fieles como los televidentes, ven como efectivamente se licua. Esto sí que es raro, por que si son un par de gotitas, más los focos de iluminación del evento, más la concetración de gente, y el calor, a estas alturas ya se hubieran evaporado, ¿o no?
Es que así es la fe, sin questionamientos lógicos, basta con creer para que sea cierto.
Esta última idea es linda, hasta poética, así que me dan un poco de envidia los afortunados que tienen Fe.
Pero esa Fe sin barreras, sin preguntas, sin dudas. Yo estoy a kilómetros, a años luz de eso, desde aproximadamente los 15 años (después de haber sido una niñita fervientemente católica que se iba a misa sola el domingo si sus papás se quedaban dormidos). Bueno eso en cuanto a la Fe Católica o religiosa, por que en cambio si tengo mucha Fe en mi, en los seres que amo y en el ser humano en general. Igual a veces entre sueños cuando tengo alguna preocupación digo "Diosito ayúdame", y ocasionalmente me pego su rezá también. Así que en realidad me conflictua bastante el tema.



Todo esto me daba vueltas en la cabeza cuando me alejaba del Monasterio, y de repente ya estaba nuevamente frente al Palacio Real y me topé con el cambio de guardia. Una ceremonia muy colorida sonorizada con la dulce y juguetona música de un flautín.


Después me quedé contemplando los exhuberantes verdes de los árboles y plantas de los jardines Sabatini. Y me andube enamorando un poco de las esculturas ecuestres.

Un poco de vanidad

Después de la partida de Enrique me fui a recorrer la ciudad por mi cuenta caminando mucho sin rumbo fijo y escuchando para variar a Calamaro, tarareando con especial felicidad esa frase de "y está perdida sola en medio la ciudad".

También me pegué un par de tours por unas tiendas de ropa bien entretenidas que hay en la Gran Vía (por que claro no todo va a ser pura historia y recorrido cultural), y me maté de la risa viendo a unas chinitas comprando ropa "eropea" en Sfera, tienda que vende ropa fabricada en china. Bueno de repente eran tailandesas, o japonesas o de algún otro país, pero la idea de chinas comprando ropa china en España, era más divertida, era como un juego de palabras, como una situación rara.

Como sea la ropa de esta tienda es muy linda (y no tan cara por lo demás), yo misma caí con dos blusitas preciosas medias formales "de fiesta" que no necesitaba para nada, (y eso que el vendedor no era tan capo como el del Crimen Ferpecto) pero bueno, al menos una de ellas ya justificó su existencia y la usé recientemente en el matrimonio de una amiga.

Después por ahí cerca en una tienda italiana me compré una chaqueta, artículo que sí que era imprescindible pues la mía se me había quedado en Santiago y ya llevaba varios días jugando a morir de frío. Lo malo es que como soy reiterativa para todo (y para la ropa también) me compré una chaqueta de jeans si no exactamente igual, al menos sí curiosamente parecida a las que tengo en Santiago, pero costaba el doble y no tenía muchas más opciones.

Bueno hasta ahí todo bien, iba más o menos racional, hasta que caí también con un pañuelo medio dorado, y otra blusita igual de innecesaria que las primeras. Y qué decir de un collar verde que ahora que lo veo bien es feuchito, por lo menos con los aros del mismo color no me equivoqué, esos si que son lindos.

Bien acicalada partí a conocer personalmente a un amigo que ya había conocido por este medio (blog), y que resultó ser un amor, la conversación fluyó bastante bien y de forma natural aunque tuvo sus momentos en blanco, cosa que supongo es normal y que atribuyo a un toque de nerviosismo.

Mi hermano


La noche anterior a la partida de Enrique desde Madrid a Granada, disfrutamos una deliciosa sangría y conversamos muchísimo sobre la vida, las relaciones y nuestra familia. Todo un mérito para dos seres humanos provenientes de un núcleo dónde nunca se habla de nada, y muchísimo menos los temas importantes y complejos, de un nucleo donde la mayor parte del tiempo se deja que las cosas simplemente pasen.

Mientras lo escuchaba, miraba atentamente sus ojos chinitos y sus gestos faciales con un toque aún infantil que contrastan con su vocabulario y voz graves, y su actitud de "Yo soy un adulto". Lo miraba y experimentaba gran admiración al percibirlo tan inteligente y tan conciente además.

Es un tanto soberbio eso sí, pero creo que esa actitud se le va a ir quitando con el tiempo cuando le toque conocer otras realidades y personas fuera del microcosmos de un colegio cuico: Mini universo que académicamente otorga una formación impecable y con acceso a situaciones privilegiadas (viajes, instalaciones, laboratorios, textos de estudio, etc) pero que humanamente / socialmente es bien deficiente en cuanto al tipo de relaciones que se establecen, y a unas definiciones de prioridades vitales bien cuestionables según mi punto de vista (habla una sobreviviente del mismo sistema educacional).

Después nos fuimos a armar su maleta, y reímos de nuestra escasa capacidad de orden y descordinación para este tipo de tareas. Finalmente, tarde ya, dormimos un poco por que en la mañana temprano el partía desde Puerta de Atocha.

Desayunamos juntos en la estación, y seguimos riendo, como lo veníamos haciendo desde los días anteriores, hablando bastantes incoherencias o chistes que requieren de un nivel de abstracción medio rebuscado, que a ratos ni nosotros mismos comprendíamos si nos despistábamos un poco o si no estabamos lo suficientemente atentos.
Nos despedimos hasta nuestra próxima reunión en Córdoba, y con pasaje en mano pasó el riguroso control de seguridad (muchísimo más exagerado que en otras ciudades y estaciones, esta es una de las herencias del 11M), mientras yo lo veía desde el otro lado del vidrio.

Ahora Madrid me esperaba a mí solita, para que descubriera los rincones que aún me faltaban. Entre ellos el Palacio Real, el Templo de Debod, el Teleférico, Plaza de España (y el homenaje escultórico a Cervantes), y tantos otros.

febrero 17, 2008

Plaza Mayor y Puerta del Sol


Fuera de los lugares ya mencionados en las entradas anteriores, con Enrique (quien está semi molesto por que considera ha aparecido muy poco en mis crónicas de Madrid), visitamos también Plaza Mayor y la Puerta del Sol.

Yo me enamoré de Plaza Mayor, por que es hermosa y además por que tengo tendencia compulsiva a amar a todo y a todos ja, ja, ¿Tendré que empezar a preocuparme? Esto no cambia con el tiempo !
Plaza Mayor, es una plaza cerrada, rodeada por edificios, a la que se accede por grandes arcos que hay en las esquinas.

Al pasar bajo un arco e ingresar a esta plaza recordé inmediatamente otra: la Plaza del Campo de Siena. Recuerdo distorsionado por el transcurso de los años (mi visita a Italia fue hace más de diez), por que ahora al contrastar las fotos, veo claramente que la de Siena es de planta irregular, y como más colorida que esta otra. Quizás la supuesta similitud estaba dada por el hecho de pasar bajo un arco para ingresar, y por la gran felicidad que experimenté al hacerlo.

Como sea, Plaza Mayor es muy bonita, y muy viva, siempre llena de gente, recorriéndola, o sentados cerca a la escultura ecuestre de Felipe III.

Originariamente (en el siglo XV) era una lugar donde se centraba el comercio. De esa época se conservan algunos edificios, claro que modificados por los estragos de tres incendios, por las reconstrucciones, restauraciones y el paso del tiempo. En la actualidad las plantas bajas de sus edificios, albergan restaurants, cafés y tiendas de souvenirs.
La Plaza en sí, suele ser lugar de expresión ciudadana, en ella se convocan reuniones y manifestaciones para llamar la atención sobre temas importantes, por ejemplo hace menos de un mes, se reunieron ahí muchísimas personas para pedir que se mantenga la investigación para hallar a Mari Luz (niña de 5 años desaparecida el día 13 de enero en Huelva), y para dar apoyo a sus padres.


Uno de los edificios que inmediatamente llama la atención es la Casa de la Panadería, cuya fachada fue decorada por Carlos Franco en 1992, (la decoración anterior de 1914 estaba sumamente deteriorada) con imágenes de seres mitológicos (Cibeles, Prosperina, Cupido, Baco) y referentes de la fundación e historia de la ciudad.
Me sentí tan a gusto en esta Plaza que después de recorrer otras ciudades españolas, cuando volví a Madrid a despedirme, este fue uno de los lugares que me repetí, y más de una vez, y de donde tuve que escaparme de un señor mayor obsesivo (iba a decir viejo saiko pero me censuré) que se me aparecía en todas las esquinas para reiterarme lo guapa que soy. Osea sí, está claro (dijo la quebrada ja, ja, ja), pero no era necesario que me persiguiera durante tanto rato para decírmelo.


Bueno volviendo al tema inicial, muy cerquita de aquí está la Puerta del Sol, que en realidad es un espacio abierto dónde ahora no hay ninguna puerta, pero alguna vez este fue uno de los accesos a Madrid, que estaba amurallada, como la gran mayoría de las ciudades europeas.
No pude apreciarla completamente en toda su extensión, por que están con trabajos de remodelación de las calles, pero me enternecí con la escultura del Oso y el Madroño, que es el símbolo de la ciudad (la misma imagen figura en el escudo de Madrid), que antiguamente estaba habitada por una multitud de estos animales. Durante una discusión con el clero sobre la propiedad de unos pastos y árboles, se definió que los árboles eran propiedad del Concejo de Madrid, situación que se simbolizó con el oso erguido sobre uno de los árboles más habituales y abundantes de la zona (madroño).

También en puerta del sol hay una pensión donde en 1920 residió Borges, lugar y momento donde aseguran escribió sus primeros poemas ultraístas. A pesar de la insistencia de mis amigos y familiares fanáticos de Borges, nunca he logrado establecer ni un mínimo de conexión con sus escritos (de verdad que lo he intentado), y aunque ya no me interesa que me consideren ignorante por tener una sintonía no compatible con tan docto señor, de todas maneras hice una foto para deleite de ellos.

febrero 13, 2008

Paseos, museos y una que otra idea vaga

Uno de los paseos que más disfruté durante mi estadía en Madrid, fue el Paseo del Prado. Paseo que hice sola, en compañía de mi hermano, y en compañía de un amigo. Los tres fueron deliciosos.
Es amplio y todo verde.
Puedes caminar con tranquilidad y conversar de la vida, o bien abstraerte contemplando como la naturaleza se integra armónicamente en la ciudad, conviviendo con edificios históricos, con los autos que circulan por los costados, con las luces y la señalética urbana, etc. (escuchando música bonita). Y repetir la caminata a diferentes horas y disfrutar de como la luz va coloreando todo de manera particular cada vez, haciendo de cada recorrido uno completamente nuevo y diferente.
En los alrededores del paseo del Prado, hay museos que concentran importantes colecciones de pintura representativas de diferentes épocas y movimientos del arte universal. Por lo mismo, para alguien que aprecia el arte y la estética es imprescindible estando por ahí, visitar el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía.
Así que programé religiosamente mi visita a esos museos, y vi obras que me emocionaron, otras que me dejaron intrigada, otras sorprendida, otras también indiferente (por qué no decirlo); pero también ya confundida con la contemplación de tantas tantas imágenes potentes, en un lapso de tiempo tan breve, me quedé con la pregunta de ¿por qué uno visita los museos?, ¿por qué existen?
Sí, pueden sonar un poco idiotas mis preguntas, pero sencillamente nunca antes me lo había planteado, y todavía no tengo una respuesta. No es sólo por definir, no es sólo por conceptualizar, si no por encontrarle sentido a algo que lo pierde, después de ver tantas imágenes.
Es decir estas instituciones conservan y exponen colecciones de arte (digamos estas en particular, por que hay otros museos destinados a otros ámbitos de la vida humana), para estudiarlas, para educar, qué se yo. Y en ese sentido es importante que existan lugares dónde se concentren estos trabajos, estas creaciones, pero a la vez es raro, o al menos a mí me produce una sensación de extrañeza. Mientras circulaba por sus salas, con los ojos y el alma abiertísimos, también no podía dejar de pensar que esas obras que yo estaba contemplando, fueron en algún momento una necesidad de expresar algo, una especulación plástica, o una búsqueda muy personal de otro ser humano, que probablemente quería sentirse vivo en ese momento, y tal vez no se planteó nunca que esa manifestación quedaría encerrada en una sala, catalogada y protegida con cierta temperatura y luz.
No sé si me explico, por que estoy enredada, pero ese distanciamiento me producía una sensación rarísima. No sé, por ejemplo ver en el Reina Sofía un Wifredo Lam (cachen uso el nombre del autor para nombrar una obra suya cuyo nombre no recuerdo, soy de lo peor), ahí en una sala silenciosa, con atmósfera de templo, de emociones contenidas, y en contraste imaginarlo enfrentado a los materiales, a los colores desesperado buscando, moviéndose con una fuerza salvaje, animal, para plasmar sus fantasmogorías.
Es raro, pero por otro lado es importante que estén ahí, para que puedan acceder a ellos mucha gente y que no se pierdan en colecciones privadas, familiares. Por que para qué vamos a hablar de los coleccionistas de arte, y del concepto de arte, qué es arte y qué no, quién le adjudica valor a una manifestación que es tan personal, etc. Eso ya sería entrar en una reflexión para la que no me da el cerebro esta mañana (y no sé si alguna otra para ser sincera).
Creo que va por ahí lo extraño, pero ese ambiente de templo, más sacro y más silencioso, grave y categórico que una catedral gótica. Supongo que eso me chocó.
Por otro lado, esto ya no tiene que ver con las instituciones mismas, si no con mi ambiciosa pretensión de aprovechar al máximo el tiempo, son colecciones tan completas, que es de suicida creer que se pueden ver completas en una tarde, o en un día.
Por lo que recomendaría de todas maneras visitarlas, pero con ene tiempo, o llendo a buscar algo específico, de lo contrario tanto estimulo visual, emotivo y conceptual, uno, tras otro, yuxtapuestos, pueden generar serios daños a la salud (ja, ja, ja) eso es broma, pero la recomendación era en serio.

En el Prado yo estaba buscando en particular las majas de Francisco de Goya, y en el camino me encontré con "Saturno devorando a sus hijos", del mismo autor pero tan diferente a mis ojos (lo entendidos en arte están en todo su derecho de contradecirme), que me impactó tanto por su ira, por su poder, por su crudeza, tanto más grandes al verla de verdad en sus reales dimensiones y no en una página de la Historia del Arte de Gombrich (mención aparte que es un gran libro pero que sigue valiendo muy caro a pesar de estar descontinuado). No encontré nada mejor que comprarme después la postal que la reproduce, y enviársela con palabras afectuosas a mi padre por correo convencional (cosa que a mi mamá le pareció de pésimo gusto). En el Prado hay de todo, pero creo que lo más representativo son los maestros españoles: Greco, Velásquez y Goya.


En este mismo museo me llamaron la atención tantas otras obras que sería de nunca acabar, empezar a mencionarlas, sólo decir que El jardín de las Delicias, o La pintura del madroño" de El Bosco (justo unos detalles acá abajo) es de una imaginería riquísima e impresionante, sumamente moderno (no quiero usar la palabra vanguardista que siempre trae tantos problemas) a pesar de ser del 1500. El deleite y la festividad en que humanos y animales comparten frutas y sus cuerpos en una orgía armónica y multitudinaria, y por otra parte los martirios a los que se someten los pecadores son de verdad impactantes. Esos hombres cabeza de pájaro, que devoran humanos, ya los conocía yo de mis más vivas pesadillas, y de los afiches de mis diseñadores favoritos: los angustiados polacos. (y todo esto, es decir mis pesadillas, y los polacos, son mjuy posteriores, es mágico ver como las imágenes y las ideas existen por sí mismas y buscan como materializarse). Y cómo todos nos vamos llenando de referentes sin percibirlo, como respirar.


En el Reina Sofía, aparte del Lam que ya menciné, mucho Dalí, Miró (lo dejo para después, su fundación y museo en Barcelona) y Picasso, particularmente embobada con:

- Los "Pájaros Rojos" de Max Ernst (a quién amé desde que conocí mucho tiempo atrás su novela surrealista en collage "Une Semaine de Bonté", tenebroso libro que por fin tengo)


-El "Objeto indestructible" de Man Ray, que no sé si será indestructible a la eternidad, pero ya lleva sus buenos años desde 1923. ¡ Que tipo más brillante !



- El "Guernica" de Pablo Picasso, tan lleno de ira y repleto de gritos, pero con ciertas luces, con una esperanza forzosa, desesperada.


Pucha en realidad podría seguir todo el día.


En el Thyssen, ufff ... Klee, Gaugin, Kandinsky, Gris, Degas, tantos otros, (pasando antes por todo un recorrido histórico, desde los primitivos italianos hasta el impresionismo) como que no podía creerlo, y sorprenderme con George Grosz a quién no conocía y me cautivó con sus ciudades bullentes, llenas de vida y locura. Como su "Metrópolis"



De verdad que en este museo en particular perdí la razón, ya estaba mareada con tanto sobre estímulo maravilloso, mientras escribo me viene como ráfagas y me acuerdo también de Mondrian, Lichtenstein, Van Gogh, Monet, uf, no una locura de verdad.

Ya, dejando de lado lo maravilloso, debo mencionar dos cosas que no entiendo, y una de ellas que especialmente me descompone :

- Las tiendas de los museos (lo sé que contradicción si me compré la postal de "Saturno devorando a sus hijos"y la libreta con la imagen de El Jardín de Las Delicias), pero mucha gente desesperada peleando por una cartera o por un tazón con una obra impresa, con una creación convertida en objeto de consumo, esto sí que es rarísimo. Y la gente como enajenada, como que si fueran a morir si no compran la polera con la imagen del Guernica, hasta chocolates con imágenes, todos crazy, si después el papel del chocolate, con el retrato de Durero se va a la basura ... ???? no comprendo.

- Los pelotudos que fotografían las salas y las obras a pesar de estar estrictamente prohibido, (para su conservación e imagino también por un tema de derechos de autor), y más encima los cara de raja (me puse ordinaria pero es que me desquician) con flash y todo. ¿Para qué?, si sacando fotos apurados, a la mala, y con luz moderada, es muy probable que les salgan movidas, desenfocadas o oscuras, en ese caso mejor comprarse la postal o el afiche (y recién entonces como que se me justifica un poco la tienda).

Eso, eliminando estos dos detalles, en particular a los pelotudos disparadores de fotos, la visita de estos museos, y la caminata por el Paseo del Prado son un regalo, un privilegio.

P.D: Mis disculpas por repetir tantas veces la palabra maravilloso, pero este mediodía estoy carente de sinónimos que me permitan expresar una sensación y admiración equivalente.

El Retiro



(Palacio de Cristal en los Jardines del Buen Retiro)


Adoro las mañanas frías, pero de ese frío que te mantiene despierta de verdad y te regala una lucidez inusitada.

Por eso estaba tan feliz esa mañana en los Jardines del Buen Retiro, por que el frío tenía a toda la gente moviéndose frenéticamente y celebrando el domingo.

Músicos y mimos compartiendo con los caminantes.

Gente de todas las edades trotando por los caminos.

Otros expectantes ante las aventuras de las marionetas.

Algunos humanos lagartijas disfrutando los pocos rayitos de sol, sentados en las escaleras del monumento a Alfonso XII.

Otros cuantos remando con pereza en los botecitos del estanque.

Sonaba lejos un bandoneón con un tango que ahora no recuerdo (pero que en ese momento tarareé) mientras una gitana me perseguía para "regalarme" una ramita de romero. Regalo que no acepté por que no tenía monedas, a lo que ella contestó incrédula y un tanto molesta "¡Venga guapa, que no tienes cara de miseria!".

Mi hermano riendo de que yo insistira con el bloqueador solar a pesar de estar en pleno invierno.

Mucha, mucha gente circulando.

Rumores alegres.

Movimiento.

Los Jardines del buen Retiro, el Retiro a secas para los madrileños, es un parque gigante que se edificó a partir de 1630 por solicitud de Felipe IV, y bajo la dirección del conde Duque de Olivares.

Este inmensa área verde, inserta en pleno corazón de la ciudad, que ahora todos los madrileños, y todos los visitantes, podemos disfrutar como un parque público, fue inicialmente un lugar de recreación de la familia real, y de la corte.

Paseando por los jardines, el sonido vibrante del agua de las fuentes te alegra la mañana.

Entre todas las fuentes me llamó la atención en particular la "Fuente de la Alcachofa", en ella, en el primer cuerpo una Nereida y un Tritón sostienen un escudo de la ciudad, y en el segundo unos niños están agrupados bajo una alcachofa. Desconozco el significado de esto, así que si alguien lo conoce o se aventura a inventar una explicación lo agradezco. En todo caso es una escultura muy armónica y hermosa, aunque extraña por los elementos tan diversos que la componen.

Pasé frente a esta fuente mientras buscaba el Palacio de Cristal, y no sé en que momento perdí el camino (con caminar en diagonal hacia abajo hubiera llegado enseguida), y me desvié hacia un mirador, hacia la rosaleda (sin rosas por estos días), hacia la montaña artificial, etc.

Ya media confundida con tantas vueltas, aunque con la cabeza llena de imágenes y sensaciones placenteras, pregunté a un encargado de mantención del Parque cómo llegar al Palacio de Cristal.

Se bajó de la furgoneta (sin frenos) tras atrancarla en un bloque de cemento en una maniobra que requería de bastante destreza, y me dió varias indicaciones, pues a esas alturas ya me había alejado bastante. Dentro de sus indicaciones de cómo llegar, me señaló que debía pasar frente a la fuente del Ángel Caído, y con su cuerpo hizo una recreación de la escultura adoptando con exactitud la posición del malogrado ángel. Cuándo pasé frente a él, lo reconocí de inmediato, y no sé por qué en ese momento no me pareció espeluznante estar frente al único monumento en el mundo eregido en honor al diablo. Esta fuente fue levantada en 1874, por iniciativa del Duque Fernán Núñez, y su autor es Ricardo Bellver.

Después de unas cuantas vueltas más llegué finalmente al Palacio de Cristal, invernadero con estructura de metal, y cubierto por completo por planchas de cristal (de ahí su nombre), que fue construido en 1887 y que ahora acoge muestras temporales de arte.

Su visión me pareció como de cuento de hadas (a pesar de no ser muy proclive a estas historias). De apariencia ligera, luminosa y frágil, el Palacio se conecta con una laguna mediante una escalera, que desciende desde su puerta hacia las aguas mismas, donde revolotean patos y (creo) cisnes negros, mientras al fondo se hunden y reflejan los cipreses del pantano, con su troncos abultados y sus raíces perdidas en el espejo.
Inmovilizada lo contemplé envuelta en el frío, los cristales reflejaban no sólo las imágenes del entorno cercano, también reproducían diferentes momentos de mi vida en una secuencia aleatoria, muy, muy rápida y desordenada, a ratos mareadora. Y sentí que mi corazón seguía relleno de sangre, a pesar de que a veces finjo tenerlo de vidrio neutro y helado.

febrero 12, 2008

Exploración continua y azarosa


(Uno de los accesos al parque del Buen Retiro, en Madrid, al fondo la puerta de Alcalá)

La llegada a Madrid fue de mucho nerviosismo.Venía preocupada por tanta historia de chileno deportado que se escucha por ahí, y por los comentarios entre preocupados y malaonda de ciertos personajes, tipo "No te vayan a deportar", o "que lata vivir dos inviernos".
Y tanto noticiero de TV, y la cara de Peirano en la portada de LUN, y tanta otra cosa, muchos nervios.Estas ideas girando en mi cabeza al momento de hacer la fila en policía internacional en Barajas.
Muy atenta, observando todo .
Justo antes que yo una pareja de chilenos responde titubeante a una serie de preguntas que no alcanzo a distinguir con claridad, y los dejan a un lado, esperando, antes de llevarselos no sé a dónde.Cuando toca mi turno, una policía con cara de pocos amigos, desde ahora la policiacaradepocosamigos, me pregunta a qué vengo a Madrid.
De vacaciones más que evidente, evidente para mí, pero no para ella, por que me llenó de preguntas, una tras otra sin hacer casi pausas entre una y otra.
¿A qué viene a Madrid?
¿Conoce a alguien en la ciudad?
¿Va a recorrer sola?
¿Tiene amigos?
¿Cuantos días se va a quedar?
¿Cuánto dinero trae?
¿A qué se dedica en su país?
¿Cuál es su preofesión?
¿En qué consiste eso?
Etc.
Todo esto en escasos segundos.
Creo que el orden era diferente al que planteo acá, pero la sensación de bombardeo lo mismo.
No sé le habrá resultado raro que alguien se valla de vacaciones sola, o me habrá encontrado cara de poca plata, o de ganas de quedarme a trabajar, etc.
Total que finalmente dijo "Muy bien siga" esbozando una imperceptible, incluso aventuro imaginaria sonrisa,y yo salí de este estresante momento alegre aunque un poco tiritona.
Es cierto que la policíacaradepocosamigos solo hacía su trabajo, pues están todos en España medios emparanoiados con el incremento de inmigrantes, por lo que muy probablemente la escena fue mucho menos aterrorizante de como yo la percibi.
Sin embargo tengo de atenuante ante tamaña exageración el hecho de que mi mente y mi cuerpo venían revueltos post las 12 horas y tanto de viaje, en clase económica.
Cuando salí con mi maletita y mi bolso (combinados por supuesto), nadie me esperaba.
No me deprimí por dos motivos:
1. La idea de viajar tan lejos era en parte para cumplir un sueño que tenía desde la infancia: hacer un viaje grande sola, y desconectarme de todo.
2. Sabía que mi hermano venía en camino, pues teníamos todo coordinado para coincidir en almenos 2 ciudades.
Al poco rato debía llegar, por que revisando la hora, yo estaba adelantada un tanto.A los pocos minutos veo aparecer un chico muy cool de jeans oscuros ajustados (pitillos me indican los entendidos), entre fashion y punketa, polera a rayas, chaquetón largo y boina.
Fue grande mi sorpresa al cerciorarme de que ese personaje era mi hermano, que con tantos meses de viaje por fin ha logrado su objetivo de tener un look europeo, jajajajajajajja. (es probable que deje de hablarme si lee esto)Sonreímos simultáneamente y nos abrazamos.El que ya estaba a esas alturas convertido en todo un ciudadano de la Unión Europea, es más del mundo, me prohibió terminantemente tomar un taxi, argumentando que era un crimen gastarse la pasta en eso, si para algo existía el metro. Idea que debieran copiar acá en Santiago (aunque resulte caro y nos demoremos algún tiempo).Durante el recorrido en metro me relató parte de las aventuras vividas en su viaje místico, historias que yo alternaba con la mía de la policíacaradepocosamigos, pero exagerándola por mil para hacerlo reír, insistiendo en la gran preocupación de ella por si iba sola, y si acaso no tenía amigos (pucha almenos si no tenís amigos en Madrid, en Chile tendrai, chilena antisocial SNIF). Esto sazonado con mis caras monas, provocan ataques de risa de mi hermano.Recién entonces me doy cuenta que cuando la policíacaradepocosamigos me preguntó, yo de puro nerviosismo nunca mencioné que me reuniría con mi hermano en 2 ciudades, y que tenía un amigo en Madrid y 2 amigas en Sevilla. No solo por el nerviosismo creo yo, si no por que sencillamente en mi cabeza siempre concebí este viaje, como una experiencia solitaria, necesaria para ordenarme un poco, para conocerme y para disfrutar de mis confusas ideas, de mis emociones, de mis desapegos, etc, en una exploración contínua y azarosa.

febrero 11, 2008

Todo lejos


A continuación una serie de relatos de viaje, desde la curiosidad de quién sale a conocer y a maravillarse con la novedad y la diferencia de cada lugar y su gente. Es el retrato de una experiencia de vida de una persona confundida como tantas otras. Confundida pero feliz. Esa soy yo, y me veo ahora desde afuera, perdiéndome en ciudades desconocidas, mirando con asombro cada detalle como si todo hubiese nacido ese mismo día sólo para mí.


Empieza el vuelo.


De a poco todo empezó a alejarse, las calles, las casas, los árboles. Todo se empezó a transformar en reproducciones en miniatura y a mutar en figuras geométricas desenfocadas.
Después quedó la imagen del San Cristóbal lejos, después las montañas, líneas y líneas gestuales de diferentes tonalidades magenta. Curvas sinuosas, reiterativas, recortadas en el marco rectangular y contrastando con la diagonal de metal.
Abajo quedan las calles, las preocupaciones, y el estado taquicárdico previo a la partida.
Después una capa densa y gris cubriéndolo todo.
Entre el encierro geográfico y el sello hermético del smog, es una verdadera gracia que sepamos reír los santiaguinos. Pues bien, no dejemos de hacerlo (habla alguien nacida en Valdivia, pero que aprendió a vivir en Santiago). No dejemos de reír, de reír mucho.
Que enanos, que ridiculos somos la mayor parte del tiempo, sin siquiera percibirlo.
Después azul, todo azul, salpicado de nubes blancas y compuesto en el recuadro de la ventanilla. Tal como una fotografía “Equivalente” de Alfred Stieglitz. *


* Para quienes tengan interés de leer más sobre el aporte de Alfred Stieglitz o la fotografía, y en general conceptos de Teoría fotográfica, encontré un ensayo muy bueno titulado "La fotografía como imagen simbólica" de J. M Susperregui disponible acá


Un trayecto mucho menos demoledor de lo que pensaba. Mucho sueño, acompañada a ratos por la voz siempre reveladora de Julio Cortázar.


Soñé, soñé bastante, llegaba a la ciudad y el avión sobrevolaba a muy poca distancia de los grandes edificios. Había un sol resplandeciente que rebotaba por todos los rincones y le daba un tono dorado a la mañana, al aire.


Al despertar seguía sentada en mi butaca, un poco chueca y con los músculos encojidos, pero nada tan terrible. Cosa comprensible por el ánimo arriba y la curiosidad de lo que viene.


También mucho "Los Rodríguez", sigo escuchando música envasada, media antigua, que me acompañará en esta aventura.