Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

mayo 18, 2009

Pasión - Madurez

Esto que viene es parte de una entrevista al filósofo - ensayista - novelista Fernando Savater. No sé bien por que me llamó tanto la atención, pero este pedacito me emocionó casi hasta el llanto, y eso que no ando en un día llorón.

Les sigo dejando citas, próximamente los aburriré con alguna de mis historias repetidas.

"A mí siempre me ha parecido que esa idea de que los jóvenes están llenos de pasión es inexacta. De lo que están llenos los jóvenes es de ilusión. La pasión, cuando llega, suele llegar con la madurez. En la pasión hay un punto de tristeza, de tragedia, y la juventud es muchas cosas pero no es trágica -lo trágico es perderla-. Los jóvenes son, o se creen, eternos. La pasión surge del choque del anhelo y el tiempo que falta, de la brevedad del tiempo. Cuando te percatas de que lo que cuentan de la vida es verdad, que se acaba, y que te va a pasar a ti también.

¿Y ustedes qué tan jóvenes?, ¿Qué tan maduros?, ¿Qué tan apasionados son?

mayo 13, 2009

Suposiciones, música, descubrimientos, citas


Se supone que esta entrada iba a ser acerca de conversaciones con estatuas, parafraseando un texto de Ortega y Gasset que leí hace un par de días y que me pareció por decir lo menos descollante. Se supone, por que para eso yo iba a fotografiar estatuas de la ciudad de Santiago el sábado en la mañana, estatuas con las que yo mantendría conversaciones enrarecidas y más bien cargadas a la nostalgia.

Puras suposiciones:

1. El texto no estoy segura que sea de Ortega, es decir está inserto en un liro de él, pero existe la posibilidad de que el haya estado citando a alguien más (tengo esa impresión) y que yo haya perdido el hilo, por que pucha que es difícil leer en la bajada de la pirámide, rodeada de tanta publicidad vial y rezando para que la micro no se quede en pana nuevamente.

2. No fotografié mis estatuas conversantes el sábado en la mañana por que estaba muerta de sueño post tocata de Chico Trujillo en la batuta.

...

Salto a ese momento:

Llegué temprano, muy temprano, entre fanática y nerd. Dejé mi chaqueta (que mi hermano considera muy pelolais, pero yo encuentro que ya estoy como pasada para esas definiciones) en la guardarropía, me tomé una canadá light sentada en la barra con una especie de timidez que oscilaba entre el entusiasmo y la melancolía. Esa actitud, o la polerita morada, o el simple hecho de andar sola como que le gusta a los hombres ... si fuera buena pal copete, me hubiera curado gratis de lo lindo esa noche, por que pucha que fueron insistentes con las invitaciones.

Pero a mi solo me importaba la banda y la música, así que me posicioné rápidamente adelante y al centro, y pude disfrutar de los sonidos y de la magia como que hubiera sido todo solo para mí (por que aunque la batuta estaba llena a reventar, yo estaba frente al vocalista y con los otros 9 músicos alrededor, como que estuvieran tocando en el patio de mi casa) con esa sensación me quedé.

Podría estar horas reiterando lo mucho que me cautiva la festividad de Chico Trujillo (pero esa festividad en serio que involucra tanto la euforia y la risa, como el llanto desconsolado todo en uno), lo mucho que me gustan sus letras (" Y si no fuera" me saca risas como abrazos de tan poética e inocente que es, y "Me convertiste en santo" me hace llorar de frentón); y así y todo no podría transmitir todo lo que me provoca, todo lo que disfruté esa noche cantando y bailando.

Entremedio igual se me cruzó la idea de que tengo puras amigas arrugonas y que ese viernes prefirieron dormirse temprano o ver Primer Plano (jajajaja, mejor dormir temprano en ese caso), pero no por eso voy a limitarme o dejar de hacer las cosas que quiero hacer. También se me cruzó la idea de que mis amigos hombres son de piscola conversada y nica van a zangolotear el cuerpo en un lugar de poco aire y repleto, y eso me dio como lata. No se trata de que lo hagan a cada rato, pero dejar de lado un poco la flojera no les vendría mal tampoco.

Nada ... me piqué igual en el fondo con mi gente, pero no por eso dejé de pasarlo increíble, cuando se apagan las luces y empieza el sonido, da todo lo mismo.

Después sobreviví a un taxista fanático religioso (pucha que tengo historias de taxi, claro que este y el taxista compositor de reggetón que me dedico un tema están entre los mejores, lejos). Conversamos del carrete, de Santiago, de la crisis, todo bien, normal, hasta que me empezó a hablar de laa mano del hombre, el toque divino, el trono en los cielos, las enseñanzas de cristo, la necesidad de convertirse a la religión, pero la religión verdadera no la costumbre y la institucionalidad católica, etc. Todo esto sumamente exaltado sin hacer ni una pausa de respiro entre una palabra y otra, y lo peor mirándome fijo a los ojos a través del espejo retrovisor (osea que de mirar la calle, los otros autos, los semáforos, nada, de nada). Yo por mientras "en la esquina a la derecha por favor", y pensando "Cristo así como tienes de iluminado a este hueón con su discurso, protégeme a mi para que no choque o no se enrabie de mi poca fe, etc, y me vaya a matar poco menos". Si lo sé, suena exagerado pensar que podría matarme, pero hubieran visto como le brillaban los ojos hablando del trono en los cielos, de los ejércitos de muertos, de las llamas eternas ... un espanto. Después como si nada se despide cordial "buenas noches mijita, que dios la bendiga", y me cierra un ojo, sin dejar de mirarme con el otro a través del retrovisor. Esta imagen final debe haber durado un par de segundos, pero para mí fue equivalente a por lo menos tres años.

Ufff, dormí un par de horas y partí al gimnasio y hacer mil cosas que me había priopuesto hacer ese sábado (entre ellas carrete con las chicas de la pega). + Domingo día de la madre (de mi madre, yo aún no lo soy, ni me he planteado si vaya a serlo en algún momento)

Como conclusión el fin de semana estuvo muy entretenido pero agotador no descansé nada, pero nada.

Lo que va de esta semana, enrarecida, arrastrando un poco el cuerpo, con mucha alegría pero con un sueño, con una agotamiento físico evidente (esto último también puede deberse a que le estoy cambiando los estímulos a mi cuerpo para que no se acostumbre, y quizás el spinning ha sido como una exageración, pero una exageración rica que pasado el umbral de los 5 primeros minutos y del "qué mierda hago aquí, no me puedo las piernas" llega a ser energizante, y mucho.

Sí es contradictorio el agotamiento con lo energizante, pero yo me entiendo o eso creo.

Otra semana de trabajo, de rutina, de micros, de gimnasio, de lata de atún al agua al llegar a la casa (siempre la lata va acompañada del recuerdo de un texto de Xavier Durringer que me encanta, pero que ahora tan deportiva e hiper estimulada de endorfinas y de neurotransmisores alegres, me suena muy depre, y no obstante me sigue gustando).

Y producto del recuerdo de Durringer, y de las lluvias insipientes de estos días, y de algunos sucesos que observé, descubrí algunas cosas importantes, 2 cosas importantes (más bien no descubrí nada, fueron revelaciones repentinas):

1. Los paraguas transparentes de luca no valen más luca, sino 2 lucas, y vienen pifiados (o me estafaron malintencionadamente por volada).

2. El mino más mino, llegado directamente del plantea mijito rico que me deja tartamuda y tiritona (estoy hablando como el blog de la Feña de canal 13 a pesar de mi edad, que atroz !!!!) es gay, pero gay, gay, mariconazo a pesar de su cara y actitudes viriles e irresistibles. Sí, sí, sí ... bien la libertad sexual, el respeto, la no discriminación, la tolerancia, bien que sean muy felices el par de lleguas, dijo la picá, jajajajajajjajajajajaja. (Cata tu que estás leyendo esto y sabes la historia directa, no reveles ningún detalle de manera pública).

Soy básica, lo lamento, por más que lea textos cabezones y me crea inteligente y apueste por la poesía, la música y la vida con sentido, soy básica, casi tan básica como la Feña "Piensa, Roxi, piensa ... ¿qué hago?"

Para arreglar un poco esta entrada, que me está dando plancha y ya que he nombrado tanto a Durringer, les dejo un pedacito de "Crónicas de días enteros, de noches enteras" que ya he citado antes, y es lo que recuerdo cada vez que como de la lata de atún.

“Si uno suprime todas las horas inútiles. Todas las horas que uno pasa lavándose, comiendo, tomando, haciendo mandados, preparando la comida, poniendo la mesa, mirando la tele, trabajando, yendo a trabajar, volviendo, andando por la calle, entre dos carreteras, dos trenes, dos apartamentos, durmiendo.¿Qué me queda?Entonces me lavo cada vez menos, no pongo la mesa, como directo de la lata que encuentro por el camino, y cuanto más adelgazo, más dejo de mantener este cuerpo que me pesa cada vez más.En algún lado, me reencuentro.”

Y para rematar lo de Ortega que comentaba al principio, las conversaciones con estatuas:

"Estos meses pasados, empujando mi soledad por las calles de París, caía en la cuenta de que yo no conocía en verdad a nadie de la gran ciudad, salvo las estatuas. Algunas de éstas, en cambio, son viejas amistades, antiguas incitaciones o perennes maestros de mi intimidad. Y como no tenía con quién hablar, he conversado con ellas sobre grandes temas humanos. No sé si algún día saldrán a la luz estas «Conversaciones con estatuas», que han dulcificado una etapa dolorosa y estéril de mi vida"

Quedan pendientes los diálogos que yo mantendría con mis propias estatuas santiaguinas, y las fotos correspondientes. Por mientras sigo escuchando a Chico Trujillo y su "Plato Único Bailable", me gusta tanto que hasta adapté la carátula de su disco, con una foto mía. Claro por que además de básica, vanidosa y confusa soy media ñoña o nerd.

mayo 02, 2009

El violín de cristal

Un cuento de terror, hermoso que parece que es uno de los cuentos póstumos de H.C Andersen, y que Raúl Ruiz, cita en su "Poética del cine". Como para cerrar este texto, este círculo, que me ha mantenido con el ánimo sumergido en enigmas durante los últimos días.
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Amadeo se levantó temprno aquel día. Hacía buen tiempo, un cielo azul como los ojos de su mlvada madrastra. El color azul siempre le hbía inspirado temor: un miedo tan intenso que parecí más bien facinación. Fue así como viendo que el mr, de ordinario negro en invierno y verde en verno, se habí vuelto más azul que la mirada de Leticia cuando esta era presa de una de sus crisi de locur y se paseaba alrededor de la casita frente al mar gritndo: "¿Adónde está la fusta de tu abuelo?", Amadeo no pudo dejar de acercarse a la playa. Cuál no sería su sorpresa cuando divisó en el horizonte algo que daba la impresión de ser un botecito a bordo del cual remaba un náufrago. Al acercarse la embarcación, descubrió que lo que él había tomado por un bote era en realidad un violín en el cual se agitaba febrilmente un niñito no más grande que una manzana. Cuando el niño descubrió a Amadeo, sonrió con malici dici´ndole:

Azul como el mar.

Azul como el cielo

Azul como la risa del diablo.

(Blau ter oek.

Blau ter hiev.

Bau ter laghen lucifekh)

Y en seguida el niño agregó:

- Dame una gota de tu saliva.

Amadeo era bueno, y sobre todo le gustaba prestar servicio, de modo que hizo lo que le pedía.

Inmediatamente se sumió en un sueño profundo. Al despertar se encontró en una prisión oscura. Todo era negro. Divisó los barrotes de la única ventana de la celda. Amadeo era vivaz y rápido, y no tardó en drase cuenta de que lo que él tomaba por una celda era en realidad la caja del violín que, en la mañana, le habí parecido ser un bote.

- Bueno, exclamó Amadeo, todo esto no está tan mal para mí: por lo menos me salvé de los latigazos de mi madrastra.

No tuvo mucho tiempo para distraerse en ese tipo de lucubraciones por que pronto descubrió en el negro del cielo una luz que, describiendo círculos, se aproximaba a su embarcación. Cuando estuvo muy cerca, Amadeo descubrió que provenía de un p´jaro luminoso.

- Por lo que veo, dijo el pájro, vengo adelantado.

- ¿Quién eres?, preguntó el niño.

- Pero, ¡cómo te atreves a hacermesemejante pregunta! Tú me conoces, yo soy Boek Dark, el pájaro ampolla más melómano de Groenlndia.

- ¡Y te llamas "libro oscuro"!

- Me llaman Boek Dark porque siempre respondo con enigmas. Pero hay que decir que lo que hay que descifrar no son los enigmas sino la música que los anima.

- Me gustaría mucho que me cantaras una canción-enigma.

- Si es lo que quieres, pero entonces me compañas con tu violín.

- Pero, ¡yo no sé tocar!

- ¡No me digas! Apenas ayer nos diste un concierto.

- No fui yo, fue el otro. El tomó mi lugar y a cambio me dio este barco-violín.

- ¡Muy cómico, cómico, cómico!, exclamó Boek Dark. Vas a tener que aprender a servirte de tu barco - violín, ¡y rápido! En pocos minutos más llegrán mis compañeros de la hermandad de los pájaros eléctricos. Han cruzado el mar - océano para asistir a tu concierto. ¡Si llegan a descubrir que han hecho el viaje en vano! Pro, ¡vamos, seamos positivos! Hay que hallar una solución. ¡Ya está! Tengo una idea: vamos a enseñarte a tocar el violín.

- ¡En poco minutos! ¡Imposible!

- Desengáñate, los años pasan rápido. Pero los instantes son eternos. Yo voy a encontrar un instante. Entrarás en él sin hacer ruido y, una vez adentro, tendrás todo el tiempo para estudiar violín. Dicho y hecho, el pájaro desapareció y reapareció un instante después en copañía de un oscuro peronaje.

- ¡Ya está!, dijo el pájaro; esto es una almeja. Pero no cualquiera almeja ; sae música y se llama hiperhepatón.

- Encantado de conocerla, exclamó Amadeo.

- Huup, dijo la almeja, avara de palabras como era, y abrió ac seguido la boca.

- Entra ahí, dijo el pájaro ampolla.

Amadeoobedeció. Caminó con dificultad por que debía cargar el violín. Una luz iluminó el salón, que era el instante de la almeja.

- Bienvenido, dijo una voz angélica.

- ¿Quién eres? Preguntó Amadeo

- Mi nombre es Khranki, dijo la voz ue venía del fondo del saón.

- ¿Qué haces aquí?

- Enseño música a los niños perdidos en el mar.

- Enséñame el violín, por que tengo que dar un concierto de aquí apocos instantes.

- Bien, peo antes que nada, este violín es demasiado grande para ti. Toma este otro.

Y Khranki le dio un violín de cristal.

- ¡ Anda, toca!

- Peo, es que ...

- ¡Toca!

Amadeo tomó el violín entre sus manos y le arrancó una nota. ¡Cuál no fue su sorpresa cuando el violín de cristal le mostró una casa, su casa frente a la playa. Vio al niño que le había robado su tamaño, vio a su madrastra que, irreconocible, acariciaba lacabeza del niño y lo cubría de ternuras!

- ¡Qué impostor!, exclamó Amadeo.

¡Toca!, dijo Khranki.

Y Amadeo ocó su violín de cristal. Poco poco el violín tocó solo. Y a medida que la música ocupaba el instante que era el vientre de la almej, el violín mostraba la vida dichosa del niño impostor.

- Khranki, dijo él, esta música es terrible; hce ver cosas injustas.

- Estás demasiado ocupado en mirar tu pequeño mundo, y no ves lo que tienes al alcance de la mano.

- ¿Qué cosa, pues?, preguntó Amdeo.

- Yo, dijo Khranki.

En ese momento, Amadeo vio delnte de él una espléndida joven que lo observaba con amor y con pena. Él se miró en sus ojos y descubió que ya no era un niñito si no un hombre joven.

- Ese impostor te ha hecho un gran favor, dijo Khranki. Sin él no habrías llegado nunca hasta mí.

- Es triste por que ahora tengo que partir a cumplir con mi compromiso de tocar ante los pájaros más exigentes del mundo.

- Olvídate de eso, dijo Khranki. Quédate aquí. Olvida el tiempo. Olvida el mundo. Sobre todo, olvida.

¡Quédate conmigo!

- Según ustedes, ¿qué hizo Amdeo?

- Sí, el está todavía en el fondo del mar.

- ¡ Y es feliz !