Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

abril 10, 2008

Mis ojos se inundaron de Valencia

Me gusta contemplar las ciudades desde las alturas.


¿Será un símbolo?, ¿una manifestación metamorfoseada del anhelo de volar?, ¿de desprenderse?


(Antes de subir a la terraza, El miguelete, desde otro ángulo)



El otro día hablaba de esto con NEL, quién en estos momentos está viviendo la ilusión lúcida de Barcelona.


Yo le comentaba que seguido me acuerdo de Barcelona vibrante, bullente, vista desde las torres de la Sagrada, y que la sensación que me provoca esa imagen es como una hipnosis.


Un significado especial más allá de lo obvio. Una sensación rica que se experimenta, para nada racional, no sabría explicarlo.

(después de los 207 escalones, la entrada a la terraza del Miguelete)

Y me propuse que cada vez que tenga la fortuna de llegar a una ciudad nueva, necesariamente voy a buscar la forma de verla desde arriba, devorarla toda en una sola mirada, para atesorarla en mi corazoncito.


(atardecer de Valencia, desde la terraza del Miguelete)


Tal como lo hice con Valencia, contemplada desde el Miguelete (la maziza torre gótica de la Catedral).

Mis ojos se inundaron de Valencia, esa tarde dorada y cálida.


Hasta el aire se teñía con los rayos del atardecer, y las campanas tenían unos brotes resplandecientes, ligeramente oxidados, que le daban a todo el conjunto un aire nostálgico - ocre, como de re encuentro ... curiosamente como si antes ya hubiera estado en ese lugar, cuando en realidad era mi primera visita a esta alegre ciudad, en donde me sentí tremendamente cómoda y rodeada de seres humanos muy amistosos.

abril 08, 2008

La ciudad verde




Me despedí de Barcelona en una mañana helada, heladísima.


Partí con un poco de pena dejar esa hermosa ciudad, pero tenía todavía mucho por conocer, y me fui con la sensación de que volveré pronto.


Feliz.


El siguiente destino era Valencia, ciudad de la que no tenía muchos referentes en mi cabecita, y a la que llegaba con el ánimo de dejarme sorprender.


El trayecto Barcelona - Valencia lo hice en un tren, que durante gran parte del viaje, bordeó el mar, regalándome una imagen energizante. Ese mar amplio, sin fin, con puntos de luz danzantes, visto en movimiento, fue un regalo hermoso. Como un poco de paraíso.


La primera sensación que tuve de Valencia, fue que estaba colmada de árboles, flores, follajes, pajaritos canturreando, enredaderas, todo muy exhuberante. Me enamoré de la ciudad verde, de la ciudad multicolor.


Durante algunas entradas más estaré contando sobre mis laaaargas caminatas, por estos jardines llenos de historia, de emociones guardadas en sus rincones, y del solcito rico que me acompañó.


Mi estadía en Valencia fue como una primavera, adentro del invierno europeo.


De todo esto hablaré próximamente, de momento una foto del Miguelete (la torre de la Catedral), rodeada de frondosos follajes y las palabras con que Machado elogió a esta ciudad.


"Esto es hermoso, muy hermoso, es como un poco de paraíso.

sobre la huerta flamean todos los verdes, todos los amarillos, todos los rojos,

el agua roja de esas venas surca graciosamente y abastece el cuerpo de esta tierra.

¡Cuanto ha debido laborar el hombre para conseguir esto!

Los valencianos están orgullosos de sus tierras, que no tienen que desgarrar sino

acariciar con el mimo con el que se besa a una muchacha ...

Esto que yo amo y admiro como una bendición."


A. Machado

abril 07, 2008

Novedades, no tantas ...

Yo novedades no tengo tantas, solo que me cambié de casa, a una donde estamos más cómodas, con una habitación para cada una, cada una en su espacio, rico.
Tamos muy bien, hasta tiene una piscina, aunque es enana.
De amores nada, ando muy tranquila pensando en mí, en estar sana emocional y físicamente, sin enrollarme con pelotudos de turno, ja, ja.
Ya conoceré a alguien especial de verdad, y espero estar bien lúcida para percibirlo a tiempo.
De carretes nada, he tenido ene invitaciones pero todo me da paja, ando con flojera, con ganas de leer, dormir, rico pa mí, pero no distorsión por que el vacío después es muy grande.

Derrepente me junto con algunos amigos pero tranqui, pura gente de confianza a contarnos las vidas nada más.

Ayer fui a isla negra por el día y me acordé mucho de ti ...
Todas las anécdotas, sentadas en la cuneta, con unos panes armados en el camino, he barrido el sol, sin luz a pura vela, la chimenea, gritándole nuestra juventud a las estrellas.
Nosotras tan niñitas, contrastando con los demás que ya estaban lanzados a la vida ...
No sé, me acordé ene de ti, de mi partner, mi amiga del alma.
Me acordé de lo enrollada que estaba yo en esa época con el gato, y de lo pava que fui al no hacer o decir nada, volón emocional adolescente introspectivo, no sé me dio nostalgia también, mucha nostalgia, no de él, si no de esa Roxi tan inocente, que quería tan desinteresadamente a todo el mundo, los sueños, no sé, ¿me cachai?

Bueno después puse mi mente en blanco, me dediqué a mirar el mar, y su contemplación reconfortó mi alma.

abril 02, 2008

El secreto de las gárgolas



He tenido algunos días semi tediosos de poca pega.


Me he cuestionado algunas cosas, que básicamente son las mismas de siempre, y me da lata reiterarlas.

También he pensado en algunas situaciones conflictivas de las que me escapé sin darme cuenta, y he visto cómo revientan en otras personas y pienso de la que me salvé.
Y de verdad agradezco a la vida, no haberme metido en la pata de los caballos aunque estuve bastante tentada de hacerlo.

En fin ya pasó todo. Y no es tan cuático como suena, quizás qué se estén imaginando, pero no, eso no, nada tan terrible.


Estas cosas las pienso mientras camino en dirección al Starbucks de Provi, a conversar otro tema nada que ver.

Los pobres autos no avanzan nada de nada, me dan pena los pobres autos, y los tacos y la gente que adentro se desespera, o se cuentan las vidas, o con la mirada perdida persisten en sus bocinazos tóxicos.
Santiago nocturno hora peak, es más vivible caminando.

Bueno ... estas ideas sueltas en mi ciudad.

El juego que propuse sigue en la entrada de abajo, por si más personas quieren sumarse, a ver qué resulta.


Yo entremedio voy a seguir durante algunas entradas más (probablemente hartas), repasando las vivencias de mi viaje. Así que no se extrañen si deambulo de un día para otro entre Santiago,
Barcelona, o cualquier otra ciudad, haciendo uso de los saltos temporales.
De Barcelona, me había quedado en Montjuïc, y hay muchas otras cosas de las que hablar, pero hay algunas que vendrán después o que simplemente quedarán para mí.



De momento comparto imágenes del Barrio Gótico, que de alguna manera fue mi despedida de esta ciudad maravillosa, con la que sueño constantemente.
Los invito a pasear por estas calles estrechas y a escuchar los secretos de las gárgolas.
El que se aventure a narrar el más oscuro secreto de las gárgolas, se mueren el regalo lindo que le voy a hacer.