Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

septiembre 22, 2008

¿por qué? + sueño de cementerio

Con el transcuro de las horas, las ideas empiezan a dar vueltas cual colisionador de partículas. Y las emociones que se me desordenan. Ideas y emociones empiezan a saltar como cabritas, como nubecitas de maíz explotando en todas las direcciones posibles.

En este contexto, me empiezo a preguntar por qué insisto con tanto ahínco en afectos medio estancados (todas las "s" de afectos, estancados, etc, están de más por que sé que sólo hablo de un caso único).

¿Por qué?

Por qué, si me cuestan tanto.

¿Por qué será que me producen una alegría tan grande, y misteriosamente automática?

Cosas que me pregunto no más, sin odiosidad y sin tono melodramático, simplemente ¿por qué?

...

Ayer llena de todos estos por qué, fui a liberar tensiones en la piscina, y como si eso fuera poco me aventuré a una clase de aerobox (y sobreviví al aerobox con mucha más dignidad que a mi pseudo intento de spining). Después de eso dormí relajada, pero uno que otro ¿por qué? seguía reapareciendo, destellando en medio de la noche.

Producto del cansancio me fui sumergiendo en la oscuridad, en lo desconocido y en el inconciente; y soñé toda la noche con cementerios. Con que yo me paseaba buscando algo o alguien por un cementerio laberíntico, lleno de ascensos y descensos.

De niña soñaba mucho con cementerios, cosa nada rara pienso ahora que descubrí que mi casa de Valdivia colindaba con el cementerio de la ciudad "sí claro, desde tu pieza se veían a simple vista las curces y las lápidas"/afirma G, en una conversación ebria post año nuevo.

Los sueños de cementerios vuelven por etapas, pero había desaparecido desde la revelación de G, que hizo parecer todo tan lógico, y ahuyentó los fantasmas. Por otro lado me generó cierta vanidosa alegría de parecerme en eso al pequeño Gustave (Flaubert) que de niño vivía junto a un cementerio, y espiaba desde la pandereta todo ese extraño universo que había al otro lado.

Ya, pero volviendo al sueño de anoche, acabo de recordar un detalle importante: En una parte del sueño iba con X cargando un ataud, y lo extraño es que yo le ocultaba la identidad del muerto que cargábamos (curiosamente el muerto era el mismísimo X), no quería que lo supiera. en una subida el ataúd se abría ligeramente, y yo podía ver que estaba vacío, a pesar de estar sumamente pesado. Entonces mi negativa a que X supiera la identidad del muerto que cargábamos era doble:

1.No quería que supiera que el muerto era él

2. No quería que el se enterara que no estaba precisamente en donde deía estar (es decir en el ataud).

Esa imagen, esa necesidad de conservar el secreto, me ha dado vueltas todo el día.

A la realidad


Micro, próximo destino: La realidad. Con desgano y flojera excesivos, pero habrá que superarlo, no queda otra. Lunes otra vez, después de días de fiesta y siesta, siesta, sobre todo SIESTA. De fondo los guitarreos potentes de "Accelerate" y la idea vaga de buscar una forma de mantener la existencia sin trabajar. Jajajajajajajajajaja, pobrecita Roxi, que sueño que tiene esta mañana helada, y sin chaqueta por que se supone que va a hacer calor ... pero ya está lloviznando. SNIF.
Como burbuja evadiendo el centro, vagando hacia los bordes de su taza de café.
Me bajo de la micro, subo el volumen: "The city sputters like it's ready to explode / Accelerate to make it slow, make it go / Accelerate to make it slow, make it go / Accelerate, I'm incomplete I'm incomplete I'm incomplete. ". Esbozo una pequeña, casi imperceptible sonrisa.
A la realidad ...

septiembre 15, 2008

Anhídrido, burbujas


Los recuerdos se oxidan. Todo se tiñe de un ocre rojizo. Transformación lenta. Quedan las caminatas por Madrid, por Valencia, por Santiago, por los cerros de Valparaíso. Los recuerdos se oxidan lentamente. Esas heladas mañanas de lucidez se me escapan. Queda todavía algo para exponer al aire y a la humedad. Sin temores, todo mezclándose. Todo contenido en una taza de café, burbujas. Disfruto el café cubierto de nostalgia, escuchando Supernatural Superserious de R.E.M, que pronto vienen a Chile. El café, las caminatas, las emociones, la lucidez, la música, todo huyendo del centro, como las burbujas de Juan Luis Martínez, de la Nueva Novela:

PRIMERAS INVESTIGACIONES SOBRE LAS BURBUJAS EN LA SUPERFICIE DEL CAFE CONTENIDO EN UNA TAZA

Después de detenidas observaciones se llegó a comprobar:

1. Las burbujas que se forman en la superficie del café contenido en una taza, no se mantienen nunca en el punto céntrico de la superficie, sino que se agrupan en las paredes de la taza.

2. Como las burbujas carecen de la Noción de Infinito, es imposible que permanezcan en el punto céntrico de la superficie. Dada la imposibilidad de una burbuja para contener en sí misma la Idea de Infinito, es obligada a pasar a ser parte del virtual muro de contención que la limita (en este caso, la pared de la taza). Es por esta razón, que una burbuja sacada de la superficie del café y puesta fuera de la taza, desaparece.

3. Mientras una burbuja se mantuviere en el centro de la superficie del café contenido en una taza, será una burbuja-centro con posibilidades de Infinito y personalidad. Desde el instante que esta burbuja deja el centro y comienza su viaje hacia la pared de la taza, se despersonaliza y pierde momentáneamente sus posibilidades.

4. Una burbuja en pleno camino hacia la pared de la taza, será una burbuja-café.

5. Una burbuja pegada a la pared de la taza, será una burbuja-pared.

6. Una burbuja que habiendo perdido momentáneamente su personalidad en el transcurso de su viaje desde el centro de la superficie hasta la pared de la taza, la recuperará luego de pasar a integrar el Infinito.

NOTA:Por oposición, un hombre será o deberá ser siempre el centro del Infinito. Puesta a la dimensión humana, la pared de la taza sería sólo un muro virtual de contención.

septiembre 14, 2008

Dos ideas

Ando súper cansada, raja, tanto que ayer intenté escuchar un disco y me quedé dormida, y eso que era un disco increíble, y lo estoy escuchando ahora mientras me despierto. La semana estuvo latera, y probablemente yo también. Llegó el ansiado fin de semana y ya se está terminando. No es justo. Propongo que al fin de semana se le agregue un día, y que no lo descuenten de ninguna parte. Sí, total las medidas del tiempo y de los ciclos por las que nos regimos son bien arbitrarias. ¡Sí un día más para el fin de semana de todas maneras!, y eso que no me estoy candidateando para ninguna cosa.
Lo bueno del fin de semana, es que ayer tuve la suerte de ver al Cirque du soleil y su espectáculo Alegría, y de verdad cualquier cosa que diga al respecto me quedo corta. Son fantásticos, emocionantes, divertidos, dramáticos, sorprendentes, energizantes, todo, para qué seguir gastando palabras.
Mmmmm ya que sus auspiciadores no tienen problemas de plata y se han hecho harta publicidad con la montonera de funciones, y convenios, y demás que agarran un porcentaje del merchandising, y todo lo demás, etc, etc. Propongo que el Banco de Chile (Edwards y Citybank también, ahora que están todos fusionados en un imperio de lucas monstruoso) se ponga (n) ellos con un número considerable de funciones para niños de escasos recursos, por que no es justo que haya gente que no pueda acceder a algo tan lindo, tan revitalizante.
Así que ya tiré dos ideas súper buenas que me encantaría alguien implemente. Me pregunto si Guy Laliberté y Daniel Gauthier cuando crearon la compañía en 1984, imaginaron remotamente que iba a llegar a ser una compañía (empresa) de entretenimiento tan grande. Eso funciona bien, pero me da un poco de susto.
Volviendo a mis dos ideas:
¡Un día más para el fin de semana! y ¡Funciones gratuitas del Cirque du soleil!, ahora
Y eso que no me estoy candidateando para nada.
Disfruten el domingo

septiembre 10, 2008

Críticas


He tenido más tiempo para hacer nada, mucho más tiempo para hacer nada de lo habitual. Por lo mismo me he paseado por internet leyendo información sobre los más diversos temas (a ratos sumergida en aburrimiento sedante / pero no me es lícito salir a caminar por ahí y dejar la supuesta pega botada), y me he encontrado con algunas críticas de lo más desagradables.


Y no hablo de críticas a mi personita, ja, ja, eso sí que me encrisparía. Hablo de críticas a los nuevos trabajos de Woody Allen (director de cine archiconocido y admirado), y de Brett Anderson (músico - vocalista de los disueltos Suede). Las aclaraciones entre paréntesis están demás, pero nunca se sabe, no todo el mundo tiene que conocer a todo el mundo, en fin.


Más simple, muchísimo más simple, sería no leer las críticas que no me tincan, pero si mientras busco una cosa, aparecen, como que engancho y no puedo dejar de leerlas, aunque me enoje en el camino. Por que me enoja leer que digan que con "El sueño de Cassandra" Woody demuestra que le queda muy poco por decir ¿?, no solo es mala onda el comentario, si no que es como una falta de respeto también.




Lo otro que leí y me cargó fue referente al más reciente disco de Brett Anderson, "Wilderness".

Todavía no esucho este disco, más que pedacitos que he encontrado en algunas páginas, pero lo han tapizado de críticas, diciendo entre otras cosas que Brett "se refugia en su supuesta búsqueda y propuesta intimista, que no es más que la opción de los cobardes", o algo así. Osea, córtenla con tanta agresión ¡por favor!.

Repito que no voy a hablar de "Wilderness" por que no lo he escuchado, pero su disco solista anterior "Brett Anderson" (bueno claro, como que no chorrea originalidad el título), es un disco muy lindo de sonido dulce, limpio, elegante y tristón que a ratos se vuelve monótono bastante alejado del sonido energizante, irónico, sexualizado de los trabajos de Suede. No por eso vamos a decir que el intimismo es el refugio de los cobardes, es como una exageración demasiado grande, ¿o no?.

Pasa también (y acá me voy a alargar un poco) que uno percibe los nuevos trabajos de los diferentes artistas, en diversos ámbitos, cargándolos y a ratos, sobre cargándolos de las expectativas propias, de las cuales si razonamos un mínimo, ellos no tienen por qué hacerse cargo. Por que, qué pasa si Brett después de 12 años (tomando como referencia el disco Coming Up de 1996), está en otra etapa de su vida, y ya se aburrió de los amoríos locos, de los excesos, de la fama, y está viviendo cosas nuevas, está explorando su interior a ver qué sale. Si tiene esa necesidad, ¿por qué se la va a negar?, por el simple hecho de que sus admiradores pretenden seguir escuchando canciones nuevas, pero que suenen igual que Trash o que Beautiful Ones?. Por ese simple motivo debiera autoplagiarse, y desconocer su legítima necesidad de buscar nuevos sonidos, nuevas cosas que decir? No me parece justo tratar a alguien que trabaja con su creatividad y con sus emociones, como si fuera un mero productor de hits (independiente que en el pasado sus búsquedas hayan resultado ser hits), y exigirle que en doce años nada haya mutado en él, que nada lo haya estremecido.

Admito eso sí, que la primera vez que escuché el disco "Brett Anderson", fui adelantando todas las canciones al toque, por que lo estaba sobrecargando de mis expectativas (quizás todavía un poco adolescentes, o excesivamente nostálgicas), que claramente no coincidían con la propuesta del disco, y hasta debo haber pensado ¿qué onda este disco / qué te pasó Brett?, pero después con más calma me fui adentrando en ese nuevo universo y me sedujo lentamente, y ahora lo escucho bastante seguido, claro que lo evito los días tristes, por que en esa instancia su cierta monotonía se puede volver fatídica.

Ya me fui de la idea inicial, que creo en realidad en ningún momento esbocé mientras me iba por la ramas y los ejemplos, pero quería decir que me cargan los críticos que hablan con autoridad, con una certeza que no sé de a dónde sacan, de cualquier tema, desde su tranquilidad de escritorio (que probablemente se asemeje mucho más un refugio de cobardes).

Me cargan completamente, por que te dicen qué debes ver y qué no, qué debes leer y qué no, qué debes hacer y qué no, con una solemnidad de catedral que me aterra. Para qué tanta seriedad? muchas veces sobre temas intrascendentes? Por último podrían expresarse con sentido del humor, con ironía como lo hace Camilo Marks (que me saca carcajadas cada vez que lo escucho), o como Hermes que está loco y le dice Blanco Lewin a Liam Nesson (por que lo encontrará parecido físicamente supongo) y siempre me saca risas con las asociaciones y tonteras que se le ocurren.

Bueno, a propósito de Camilo Marks, ayer o antes de ayer vi dos entrevistas a él. Lástima que los entrevistadores eran unos lateros (Julio César Rodríguez e Ignacio Franzani en Zona Latina y Vía-X respectivamente), pero con entrevistadores lateros y todo, el viejo se lució, por que seco y chispeante, y se ríe mucho no sólo de todo lo que critíca si no de sí mismo también.
Punto a parte, ¿Franzani por qué habla tan raro?, como sobre actuando de sí mismo sobre actuado? No lo toleré y tuve que cambiar de canal, y caí en zona Latina donde el somnífero de Julio César, también desperdiciaba a su tremendo invitado (por que claro en TVI, hacen un pack y graban el mismo día un invitado para todos sus programas en sus dos señales / Paréntesis adentro del paréntesis [TVI nombre de la productora que realiza y emite las dos señales de cable, productora que antes se llamaba EDU Comunicaciones, antes Vía Comunicaciones, antes Providencia Televisión y quizás cuantas otras razones sociales ... no si las empresas en Chile tienen una facilidad para hacer chanchullos permitidos por la ley]).
¿En qué me quedé? Ah claro en que Julio César es somnífero, e insiste en hacer un late show (ahora con un programa que se llama "Sin dios ni late"), sin tener una noción vaga de qué lo que es un late. En su intento anterior "La Tele o Yo", lo único bueno que vi, fue al mijito rico de Nicolás Eyzaguirre (no confundir con Sebastián Eyzaguirre, el notero chillón de CQC) cantando y tocando guitarra en una atomósfera rock, potente fuera de la formalidad de los cargos tan top que ostenta en su trayectoria política. Ya, pero no por mi ataque hormonal me voy a olvidar, que Julio César es somnífero, finalmente de eso estaba hablando ahora último. No cacha lo que es un late show, así que para que se oriente un poco, yo le recomendaría que sintonize I Sat como a las nueve de Chlito, y vea el "LATE NIGHT WITH CONAN O’BRIEN", ese sí que es Late show, con Conan O´Brien, riéndose de todo el mundo y empezando (como debe ser) por sí mismo. Me dan espasmos de la risa mientras lo escucho y lo veo, en mis anocheceres de bicicleta estática, mientras peleo por que alguien hizo unos borrones medios truchos en la pizarra, me pico conmigo misma por que se me quedó la toalla de mano y estar goteando sudor es como asquerocito, o suspiro por que pasa por ahí algún galan (aunque bien sinceramente los chicos musculines no son muy de mi tipo).
Bueno y casi para finalizar, no olvidar que "para gustos hay colores" como dice mi sabio padre que ahora no sé por qué motivo le ha dado por hablar como mejicanote y cojear de puro gusto A modo de ejemplo mi hermana encuentra "rico e inteligente" a J.C (Julio césar, se entiende, no es Jesus Cristo), no si hay cada incauta en este mundo ...
¡Qué horror! me acabo de dar cuenta que he hecho más de una crítica sin ningún argumento. ¿Será una mala costumbre pegajosa? ¿Soy muy influenciable? Me voy a quedar un rato pensando en eso.
¿Las fotos? sí, no tienen nada que ver con la entrada, pero la saqué por estos días, mientras mi mente cansada rumeaba cosas como éstas, y pensé subirlas por que las encuentro más o menos interesantes, a ver si me las critican. La primera es una casa en demolición desde un vidrio empañado de la micro, y la segunda es un anochecer en la alameda.

septiembre 03, 2008

Chacra


En realidad sigo extremadamente positiva y quizás sea la única habitante de Santiago que le ha tomado el gusto a esto de andar en micro, aunque suene absurdo.
Claro, es que a veces me voy prácticamente colgando, o en la "pisadera" como he escuchado que le dicen a la escalera de la micro, o con desconocidos que no son para nada de mi tipo en una proximidad casi promiscua, y así un montón de cosas desagradables, pero he recuperado un espacio de reflexión que había perdido.
Evidente, por que cuando me venía a la pega con mi amiga Carola (que ahora está cesante y encomendándose a San Expedito, entre otros), nos veníamos pelando a todo el mundo (y en particular a los poderosos), contándonos capítulos muchas veces intrascendentes de la vida, o riéndonos de cualquier cosa que nos permitiera por un rato no pensar en el work. Al respecto, en mi caso al menos, no hay nada que hacer, por que incluso en los trabajos más entretenidos en los que he estado, siempre sobrevive esa sensación de "qué estoy haciendo aquí, hay una vida esperándome afuera", un certeza de que la vida es más que producir dinero para uno (poquito) y para otros que están más arriba en la escala jerárquica (mucho). Obvio, tengo mi lado resentido también, aunque estoy consciente que soy muuuuuuuy afortunada en muchos sentidos. Pero el trabajo formal, de oficina, no es lo mío, definitivamente. Reaparece uno de mis Leitmotiv, puaj que siútica, pero lo pensé.
Me estoy desviando de la idea central, que era que en mis trayectos casa-pega, ahora que los hago en micro y sola, aprovecho de leer (en estos momentos a Cocteau, pero después tengo una laaarga lista de autores con los que ponerme al día, libros regalados para mi cumple, otros comprados en mis escapadas a Baires, tb "La oscura vida radiante" que me espera, y así un montón de títulos que finalmente van a dejar de juntar polvo en mi librero), escuchar música bonita (repetida hasta el cansancio, por ejemplo ahora puedo escuchar varias veces seguidas "Something Changed" de PULP de una manera enfermiza, como si nada), y todo esto mezclado con la contemplación del extraño paisaje urbano y su metamorfosis a medida que se acerca al límite norte de la ciudad, me da mucho que pensar. Brotan muchas ideas, muchas imágenes a veces inconexas, a veces delirantes, otras simples y muy verdaderas, y todo va dando vueltas, en un desorden entretenido que creo puede llegar a ser fecundo, si logro desenmarañarlo un poco.
Me doy cuenta que tengo la chacra en la cabeza, que sigo con mis afectos confusos, mis prioridades muchas veces sin definir, mis recuerdos mezclados, mis sueños palpitantes, mis obsesiones en marcha, etc. Pero todo eso lo siento muy vivo, con una lucidez inusitada que sólo alcanzo durante la mañana, durante el deambular por la ciudad con la cara lavada y el pelo húmedo. Esa lucidez va desapareciendo durante (chucha no se me ocurre un sinónimo para "durante" y ya he repetido esta palabra demasiadas veces ...) el resto del día, y la recupero al anochecer después de la piscina, cuando salgo livianita y enérgica, nuevamente cara (y cuerpo completo en realidad) lavada y pelo húmedo. Esa frescura, esa sensación de casi felicidad, sin ningún motivo aparente / evidente me revitaliza. Y vuelvo a mi deambular por la ciudad, ahora oscura, con sus pequeñas pintitas anaranjadas, con su belleza por accidente (las luces de las oficinas que iluminan irregularmente, que se ven tan lindas, y las que en realidad son personas con problemas, solucionando cachos de última hora). Como que en ese deambular me re encuentro, quizás hay algo en mi naturaleza que es así, ser de tránsito, en esa fugacidad, en ese algo inhaprensible, hay una potencialidad enorme, que me conmueve.
Tengo la chacra en la cabeza, pero de a poco la voy ordenando, quizás si logro ordenar mi interior, logre traspasar algo de ese orden a mi escritorio que también está chacreado (y ojo que fotografié el de la ofi, por que el de la casa está infotografiable, ese sí que es desorden y me da un poco de pudor compartirlo).
En realidad no sé si me interesa tanto el orden, quizás es cierto eso de que sólo el caos genera creatividad.