Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

marzo 04, 2010

Réplica

Quería actualizar hace varios días, pero las comunicaciones producto del terremoto están fatales.
Recién ayer en mi casa y trabajo las cosas empezaron a volver lentamente a la normalidad. Y recién hoy logro entrar a blogger. En mi reducido mundito todo se normaliza de a poco, pero estoy conciente que la mitad de mi país está lleno de dolor, sobreviviendo como pueden, y la otra mitad, tratando de ayudar, de hacer algo.

Estoy confundida, mi cerebro está lleno de imágenes de destrucción, de gente sufriendo, de saqueos, etc. Además de la pena misma que involucra toda esta desgracia, tengo pena de ver cómo los oportunistas de siempre tratan de vender una botella de agua a 3 lucas, cómo algunos estúpidos ladrones corren con televisores plasmas en vez que con leche para sus hijos, y cómo un desgraciado que tiene tres sacos de harina le niega un kilito a su vecino.

Sencillamente no puede ser. ¿Es ese el Chile que queremos? De verdad hemos cambiado tanto?, de verdad nos hemos vuelto tan malos? O los medios de comunicación en su afán sensacionalista nos quieren mostrar solo eso?

Por que todo esto existe, no lo dudo, pero también hay gente ayudando, personas organizando ollas comunes, reconstruyendo lo que se pueda, tratando de superar en comunidad este tan difícil momento.

Entonces no sé, no sé qué pensar, pero aparece una señora desconsolada y dice en un primerísimo primer plano (la sola expresión de su carita antes de empezar a hablar, me eriza la piel y me pongo a llorar), LO PERDIMOS TODO, LO MATERIAL LO PERDIMOS TODO, PERO ESTAMOS VIVOS, Y AGRADEZCO LA VIDA. Entremedio de su llanto, de su voz tiritona, la palabra VIDA va acompañada, de una cansada, pero sincera y agradecida mini sonrisa.

Vuelvo a mi mundito, la incomunicación. Mi teléfono funciona cuando se le ocurre, ni siquiera puedo hablar con mi hermano que vive a 5 minutos caminando de mi casa.

Mi familia y yo estamos bien, fuera del susto estamos bien. Pero desconectados, obvio, pero eso es tan insignificante cuando hay tanta gente muerta, sufriendo por su familia, sus hogares, etc.

A mi el terremoto de cueva me pilló en la casa, yo el sábado iba a bucear así que casi parto el viernes en la noche a Valpo (como lo hago habitualmente), pero mi hermana que es bruja o maga me pidió que me quedara y partiera a la mañana siguiente.

Y obvio que al final me quedé y estaba con mi hermana y mi perro en ese momento, los tres abrazados entre nosotros, y afirmados del dintel de la puerta.

Así y todo nos sacudíamios para todos lados como coctelera.

Pensé que me iba a morir, pero no con desesperación, estaba entregada, pensé "igual he vivido bien, me enamoré y viajé un par de veces, conforme, no tuve hijos, pero bueno, viví lo mejor posible, que pase lo que tenga que pasar".

Después cuando se terminó, pensé que quizás era exageración mía y que no había sido tanto, pero cuando logré encender una radio y de a poco ir dimensionando todo lo que pasó, me bajó una angustia enorme, no podía para de llorar, de agradecimiento de estar viva, pero de sufrimiento de ver a tanta gente mal, esa sensación de Chile muriéndose y yo ahí en mi casa sin hacer nada.

Pa más remate como mi hermana tuvo que partir a trabajar ya que su pega es de salud, me tuve que quedar sola, y yo que soy una gallina, sola en la oscuridad no podía más del susto.

Pero después me fui a dónde mis hermanos y papá (con mi perro Castor incluído) y ahí estuve mucho más tranquila.

Ahora siento todo extraño, como si estuviera adentro de una película. También ando paranoica, se cae un archivador o un gato salta encima de la cama y me paro automáticamente pensando Réplica.

Creo que terminaré odiando esa palabra Réplica. La réplica no sólo es la liberación de energía adicional de la tierra, es el cerebro que queda hueviado, entre lento y enloquecido, algo de susto, unas risas nerviosas.

Mi mini mundito de a poco vuelve a la normalidad y trato de no mantenerme ajena a la realidad de Chile.