Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

enero 25, 2010

Vacíos

Tuve un sueño de vacíos, de ausencias incómodas, no atribuibles a ningún ser humano en particular. Faltaba algo, pero no sabría decir bien qué o quién. Era una sueño de mar, eso es bueno, el mar siempre es bueno. Había mucha bruma, y eso me confunde un poco. En las nubes se dibujaban palabras, la caligrafía era del puño de montale. Puedo ver una vez más sus letras tibias, tembalndo apenas un poco, ese movimiento de vaivén suave, pero de una intensidad inmensa.

Espuma, letras, nubes, mar, bruma, todavía mucha bruma. Un gato cerrándome un ojo desde el fondo del mar. Su piel tibia. Los ojos de gato astuto, que mira escudriñando mi mirada pero no dice nada, absolutamente nada, mueve la cabeza de un lado para el otro y sonríe, sonríe sin decir nada hasta desaparecer. Su respiración cerca, su voz ausente y su piel tornándose roja.

El mar, el gato esquivo. Las palabras de Eugenio Montale dibujadas en el cielo de Valparaíso, al otro lado del Océano que un día también estremeció al poeta italiano.

L’anima che non sa più dare un grido

Forse un mattino andando in un'aria di vetro

Hai dato il mio nome ad un albero? Non è poco

Ho tanta fede che mi brucia; certochi mi vedrà dirà è un uomo di ceneresenz'accorgersi ch'era una rinascita.


Las palabras que se alejan y se acercan, como un juego, como la marea, como el sonido de las olas.

enero 18, 2010

Afortunada, agradecida de mis 31




Ayer cumplí 31 años. Estoy contenta con este nuevo año de vida. He recibido muchos saludos, abrazos y cariños. Ha sido muy gratificante tanta buena onda.

Antes para cada cumple, me cuestionaba muchas cosas, ahora me cuestiono muy poco, casi nada, solo vivo y muy feliz.

Ayer celebré en compañía de mi familia con un asadito. Por el cumpleaños, no por las elecciones (ahora mis vecinos están convencidos de que soy piñerista, jajajajaj), y la próxima semana será el carrete con los amigos. La fiestoca en cuestión se me está escapando un poco de las manos, pero es bueno a veces el desborde, el exceso, son como formas de agradecer a la vida, en estado máximo de euforia, todo lo bueno que nos pasa.

Estoy feliz, aunque admito que para muchas cosas me siento mucho menor de mi edad real. Y no es que me sienta pendeja, ni que me comporte como tal, solo que a veces no me siento adentro de mis 31. Quizás soy poco convencional para mis 31 primaveras, o la forma de llevarlas. No sabría cómo explicarlo, no tengo ningún argumento sólido, es algo que siento no más.

Empiezo este nuevo año de vida con mucho buceo, actividad que por estos días me llena completamente. El sábado fui a bucear por segunda vez al Caupolicán, (naufragio de un remolcador en Valparaíso). Y esta vez lo disfruté todavía más, como que ese sueño mágico de volar en las profundidades tuvo una duración mayor, o mi percepción del tiempo y de mis movimientos fue diferente, todo más lento, más armónico.

En mi escuela de buceo me regalaron un turismo submarino para el día que yo quiera (como regalo de cumple) y me felicitaron por que todos los instructores coinciden en que estoy buceando bien y que progreso rápido en todas las etapas de mi instrucción.

Como si esto fuera poco, he recibido muchísimo cariño y halagos de gente tan diversa. Es tan lindo relacionarse con gente de diferentes ámbitos, cada uno con sus vivencias y sus historias te enseñan algo.

Me siento muy afortunada, estoy muy agradecida de este año que se fue, y receptiva a todas la alegrías y aprendizajes que me traerá este nuevo ciclo.