Confunsión
"Yo estaba sentada en un bar de Manuel Montt. Era alrededor de medianoche y me encontraba en mi habitual estado de confusión. Quiero decir, bueno, ya sabes, nada funciona bien: los hombres, el trabajo, el ocio, el tiempo, los perros … Finalmente sólo puedes ir y sentarte atontada, totalmente noqueada, y esperar como si estuvieras en un paradero de Transantiago, esperando un bus troncal o la muerte."
Supongo que Charles Bukowsky no se enojará por que lo estoy citando medio modificado y adaptado a la realidad chilena. A mi realidad. Suposición fundada en dos cosas: 1. Está muerto y desconozco si los muertos se enojan (en caso de hacerlo les debe resultar medio difícil comunicarlo ... pero de lograrlo debe ser medio terrorífico / escalofriante cpara el receptor de la molestia). 2. Lo cito con admiración por que me cautiva bastante (y a ratos aunque sea chicos) me identifico con su estilo real / sucio.
Bueno el punto es que cuando leí este fragmentito (que intervení de puro patuda), me sentí identificada y me vi ahí sentada, atontada en un bar. Y eso que nunca he ido sola a un bar, siempre con compañía, o sí atontada, o a veces con alguien que es como estar sola (que deprimente, pero alguna vez me pasó).
Pero me estoy llendo por las ramas, ¿cómo tanta dispersión?, lo que quería decir es que eso del estado habitual de confusión me llegó. Me pasa a cada rato. Y una sensación de aburrimiento que me ha impregnado las últimas semanas. Y la flojera, y la evasión ...
No me voy a poner puritana y decir que el carrete hace mal, por que en realidad en las dosis y momentos precisos hace bien, pero después aburre, como todo.
La cosa es que ando aburridita, aburridita, de hecho el otro día empecé a escribir una entrada al respecto, que nunca terminé, y en la que analizaba de una manera que ahora me parece bien idiota, lo siguiente:
"Hoy estoy media (harto) aburridita. Me bajó un aburrimiento generalizado, estoy cansada y siento los ojos pesados, y no es que esté durmuiendo poco como en otras épocas, todo lo contrario... Quizás por lo mismo. Es una sensación desagradable que se incrementa en las tardes. En las mañanas en cambio ando con mucha energía, excesiva, prácticamente gritando en el paradero, riéndome mucho, más de alguna vez me han hecho callar, y sigo así mientras prendo el compu y escucho música "pegada arriba", como me gusta, para empezar el día. Pero esta efervesencia matutina, dura con mucha suerte hasta las 11 de la mañana, ahí me bajo de repente y me quedo silenciosa hasta las dos de la tarde, hora de la caminata post almuerzo. Claro ahí con el aire, los pajaritos, las frutillas y los cortes de piña (descubrimiento reciente) me vuelvo a prender, esa sensación de libertad que dura un rato, después volver al parque industrial, de hocico a la realidad (aunque sea horrible la expresión y siempre me reten por usarla). Me gustaría seguir toooooooooooodo el día con la energía de la mañana, con mi cara "felicina" como dice una amiga por ahí, y con las ideas cruzadas, mis risas de tallas que entiendo sólo yo, mis autodiálogos (que muchas veces pasan el filtro y se expresan torpemente en voz alta), etc. Por otro lado siento que ando pero de lo más light y evadida que hay, haciéndole el quite a cualquier tema trascendente y escuchando nada, pero nada mis emociones. Cuando dije que no quería pensar por un tiempo parece que me la creí. Pero hasta por ahí no más, por que abajo todo sigue revolviéndose y acercándose al punto de ebullición. Entonces tengo dos preguntas: 1.¿Es tan difícil dosificar la energía? 2.¿Se puede realmente no pensar? Suenan muy evidentes las preguntas ... preguntas del tipo respuestas obvias, pero si fuera tan fácil ..."
Dejo hasta acá esa parte por que después el tema versaba sobre el lado idiota y a la vez astuto (sí, raro estas dos palabras juntas) del comportamiento femenino y no quiero dar claves sobre algo de lo que después me pueda arrepentir. Incluso por ahí se me escapaban un par de pillerías con las cuales a rato inconciente y a otros concientemente he manipulado a otra gente (hombres en su mayoría). Y nada que ver andar revelando semejante información. También le di vueltas a lo poco acertado que me parece que mujeres que nunca en la vida te han saludado, te empiecn a saludar y sonreír, por el simple hecho de que accidentalmente, por alguna conjución de la luna, o por algún tipo de amistad incipiente, estás en condición de cercanía con un hombre atractivo. Por lo mismo algunas te tiran una mala onda absolutamente injustificada.
....
Retomo después de días, intento hace rato terminar esta entrada y publicarla, ya va casi un mes que tengo el blog abandonado, y eso no me gusta. Hay muchas cosas que no me gustan últimamente, pero desde que empecé a escribir esto, hasta hoy, mi ánimo ha mejorado bastante y ya no estoy tan aburrida. Confundida sí, bastante, parece que es inherente a mí, últimamente.
En vano intento agregar alguna otra idea que de cuenta de el estado que intento describir. Intento juntar todo (y ojalá decir chao dispersión). Me quedo en blanco, y le subo el volumen a Calamaro y su "Donde Manda Marinero".
"No sé qué quiero, pero sé lo que no quiero, se lo que no quiero y no lo puedo evitar, puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando. Lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar."