Ramiro me despertó a media noche
Ramiro me despertó a media noche.
No, no tengo un novio nuevo que se llame Ramiro y me haya destapado las patitas a media noche, jajajajajajajajaj.
No, Ramiro no es algún vecino enloquecido que me haya despertado con el griterío de un buen y escandaloso carrete envidiable, o de una pelea matrimonial bestial e incivilizada.
No, Ramiro no es ninguna de estas personas, en ninguna de estas situacioness.
Ramiro es mi gato, uno de mis gatos. Gato que ya ha figurado antes en este blog (era que no, conocen a algún gato que no se robe la película ante el más mínimo descuido?).
Total que anoche esuché un sonido metálico, como de golpe, en la protección de la ventana de mi pieza (habitación / alcoba en otros países, las palabras raras, jajajajja). Media aterrorizada corrí la cortina, esperando encontrarme con quizás que espectáculo, y me encuentro al pobre Rami colgando de la rejita metálica, con cara de cuco, más asustado que yo. Rasguñando estilo Garfield, Intentado entrar a la casa, maullando, colgando de la reja, en el segundo piso, por que está muy goldi y no pasa por la entrada pequeña que les tenemos habilitados a los gatos en el primero.
Me desveló el gato de mier ... pero es tan lindo mi Rami, con su pelo tan blanquito, con su ronroneo medio desesperado, con sus caras de quiéreme o te mataré. Por que es medio psicópata mi gato y si intentas abandonarlo mientras lo acaricias o le prestas atención a alguna otra persona o ser, se descompensa, te pega la desconocida y te masca o mínimo te rasguña.
Con esa preocupación de carácter práctico me costó dormirme, me imaginaba mi cara rasguñada, los colmillos del Rami o un grito de dolor, jajajajaj, me costó quedarme dormida nuevamente. Y pensé en muchas cosas, pero nada tan específico tampoco, volví a ver imágenes de ciudades distantes, de lugares que conozco y de otros que me gustaría conocer.
Encendí la luz del velador, y ahí estaba un libro que me regalaron hace poco, ya lo tenía, ya me lo había leído mucho rato atrás, pero cuando me lo pasaron me dio lata decirlo, ja, ja si seré huevona. Entremedio me acordé de Cortázar que siempre se me escapa en los sueños, y me di cuenta de lo reitertiva que soy.
Ramiro seguía ronroneando a mi lado, como los gatos / teléfono de Cortázar, como el cara de Gato mismo.
Incoherente, ya asumida desvelada, busqué en el mueble de al frente algo que leer. Opté por la "Poética del cine" de Raúl Ruiz. Me quedé un buen momento sentada con el libro en las manos, sin leer, mirando su tapa plateada con una ilustración como de una niña que no alcanzo a reconocer.
Entremedio me invadió la idea de que si me costaba dormir, capaz que andaba lenta al otro día, y capaz que llego tarde de nuevo. Un enredo de tiempos verbales. Un par de atrasos, me van a descontar algunas luquitas por eso.
Ramiro peleando con Mafalda, la gata negra maullándome mal genio. Me levanté a darles algo de leche, por que los pellets no se los comen nunca, con maña más encima el par.
3 Comments:
Me recuerda a «pink tomate»
¿«ricardo tomate»?
jejejejeje...
Nada como leer en noches de insomnio y dejarse llevar
hasta Minos esperando por Dionisio.
3:20 p. m.
Roxi, creo que conozco la causa de tus desvelos y me da risa contártela, pero no es el gato.Mandame un mail y te la digo, te apuesto un auto a que estoy en lo cierto. (agarcia@gemini.edu) jajajaja
5:51 p. m.
hace tiempo que no me desvelo, ultimamente ando somnoliento, parece que me faltan vitaminas. ayer una prima vio unas fotos mias y me encontró más flaco. ¿será eso?
por lo menos tienes literatura estimulante para pasar el desvelo, acá tengo puros libros de economía para entretenerme (aunque los temas de cross-cultural negotiation son sumamente divertidos !!)
saludos desvelada !!!
9:28 a. m.
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