Las primeras horas, el pueblo, Tahai
Apenas dejamos el collar de flores amarillas en la puerta, entramos a la rápida, lanzamos las maletas sobre la cama y partimos corriendo como niñas locas, niñas eufóricas (niña de 30 yo, y niña de 52 mi madre) a conocer este universo que nos esperaba.
Salimos precipitadas sin una idea fija de a dónde nos dirigíamos, atolondradas, dejándonos guiar por el azar, esquivamos un par de tiendas de souvenirs (la calle principal está atiborrada de ellas), pasamos por un Kiosco (frente al colegio), en un costado de la plaza, de dónde emergía el olor de las empanadas de atún con queso mezclado con el del Po´e una especie de pan dulce, de plátano. Con esa mezcla extraña pero agradable de aromas, seguimos caminando.
La calle se elevaba un par de cuadras, nosotras en la mitad: hacia arriba la visión imponente de la pequeña pero alegre iglesia, y hacia abajo la contemplación del mar, el protagonista de todas las vivencias y carácter Rapa Nui.
No tengo claro por qué, pero seguimos hacia arriba, hacia la iglesia. Estaba vacía, sencilla e iluminada de forma natural. El blanco era el color predominante, lo que hacía destacar las esculturas de madera oscurecidas por el tiempo, que representan al sagrado corazón, al espíritu santo, o a la virgen, etc, pero todos en madera nativa, figuras alargadas y de ojos grandotes, grandotes, grandotes, de rasgos en primera instancia toscos pero bellísimos, en realidad, quizás un poco como su gente. Un estilo muy propio, muy característico.
A la salida la única dirección posible era bajar hacia el mar, en línea recta, para llegar a intrusear un poco en la caleta Hanga Roa Otai, pero no sé en qué minuto nos desviamos y empezamos a caminar por calles más alejadas que serpenteaban no sé hacia a dónde.
Deben haber sido las 3 o 4 de la tarde, las calles desiertas la gente probablemente almorzando, durmiendo siesta o surfeando. Caminando bajo el sol, acompañadas solamente por los mangos, las papayas, las paltas y las guayabas que crecen por todos lados, ofreciéndose a todo el mundo.
Sólo en una casa había movimiento, un tallador recreaba Moais y O´A (bastón de mando de la reina) en ... a pequeña escala. Un niño muy chico, que probablemente no sabe ni sonarse todavía (en verdad era casi una guagua) me pregunta en un perfecto inglés ¿Do you have money?, ja, ja, no lo puedo creer entre que me río y entre que me espanto, pero después con los días me doy cuenta que los Rapa en gran medida viven del turismo y no tienen ningún pudor en expresarlo abiertamente. Si eres viajero de corazón, te estás dando una vuelta por trabajo o por curiosidad o si eres turista de frentón, y quieres dejar harta plata acá, no hay problema. Lo bueno es que no son cínicos, lo dicen tal cual.
Lo que talla el papá Rapa del casi bebé english parlanchín, es realmente hermoso, pero nunca tan enferma de consumista como para andar comprando desde el primer día, sin conocer nada aún.
Así que doy las gracias, lo felicito por su trabajo y seguimos caminando.
A la vuelta de la esquina vuelvo a ver el mar que había perdido unos minutos antes, y además unas estructuras de piedra lejanas, pero gigantes. Sin darnos cuenta, casi por accidente, hemos llegado al complejo Tahai.
Tahai, bordeando el mar, soprende con tres ahus y un embarcadero.
¿Qué es un Ahu ? Se preguntarán ustedes, bueno acá les van algunas observaciones generales que servirán par esta y las siguientes entradas, para conocer un poco más de esta cultura.
Un Ahu (con acento en la A, me corregían cuando yo lo pronunciaba con acento en la U) es una construcción de piedra, una explanada amplia, y en uno de los extremos va una plataforma como altar, mucho más alta, (considerado el lugar más sagrado del sector) en dónde se erigen los moai .
Los Ahu se ubican muy próximos a la costa, pero con los moais mirando hacia el interior de la isla (con algunas excepciones como el Ahu Akivi, ya veremos después por qué esta diferencia).
Como siempre, la tradición oral coincide en algunas cosas con las investigaciones, con la historia documentda, y en otras no.
En el caso de la cultura Rapa Nui, en este sentido hay varios vacíos y contradicciones; pero hay concenso generalizado en afirmar que los Ahu están ubicados en lugares estratégicos, con los moais mirando hacia el interior para proteger a sus habitantes y señalar los lugares fértiles según unos, y para marcar con precisión los solsticios, equinoccios y otros fenómenos astronómicos asociados a los ciclos naturales y a la navegación, según otros.
Como sea, todos coinciden en que los Ahu marcaban los Tapu (que no casualmente suena parecido a Tabú), o zonas de protección, zonas de acceso restringido para ciertas fechas o situaciones especiales. Además algunos señalan que bajo la plataforma se enterraban a los nobles.
Entonces, ante todo, un Ahu es un lugar sagrado.
Por lo mismo casi me infarto al ver cómo más de algún desubicado se subía a un Ahu para sacarse una foto o para tocar un Moai a pesar de que está escrito en todos los idiomas "no subir al Ahu", pero la ignoracia de algunos es otro tema aparte y largo, así que volvamos a los Ahu de Tahai.
En Tahai hay tres Ahu, El Ahu Vai Uri donde se erigen 5 moais, el Ahu Tai donde se erige un moai solitario, y el Ahu Kote Riku, donde también se erige un moai solitario pero con pukao (moño o sombrero de piedra roja).
Los tres Ahus de Tahai están muy próximos, casi uno al lado del otro. Lo primero que sorprende al enfrentarse a estos Moais es que cada uno tiene una carita, un carácter diferente. algunos se ven más jóvenes, más alegres, otros más serios, introspectivos, etc. De verdad que cada uno tiene una personalidad bien definida y la transmiten, hasta dan ganas de ponerse a conversar con ellos (sí, efectivamente hice el loco y conversé en más de una ocasión con los moais de Tahai en voz alta, sobre todo los últimos días cuando me despedía y les decía que volvería).
Estos Ahus de Tahai son astronómicos costeros, se orientan en sentido equinoccial, y estaban relacionados con la ubicación de posiciones precisas desde el mar.
La tradición oral indica que en Tahai (o muy próximo a este sector) se encontraba un centro de enseñanza astronómica, la cueva Ana u'i He tu'u (Cueva donde se Observan las Estrellas).
Si algún día visitan Rapa Nui, deben de todas maneras ver varios atardeceres en Tahai, ver como el sol se esconde en el mar, como tiñe todo de naranjo, y sobre este fondo espectacular como se recortan las siluetas de los moais.
No les va a costar llegar, por que cuando el sol empieza a bajar, un número grande de personas (viajeros, turistas, Rapas, familias y parejas) corren en esa dirección, a recitar un poema mientras el sol toca el mar, a recitarlo rápido antes de que desaparezca bajo el agua, haciendo coincidir las palabras con el movimiento, con la inmersión.
Yo por mi parte recitaba COMO SI FUÉRAMOS INMORTALES, de Mario Benedetti, y sentía como me llenaba de una energía gigantesca.
"Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final sin embargo hay que vivir como si fuesemos inmortales"
Nada más apropiado para el momento, para Tahai, para mi vida, para la experiencia de viaje.
10 Comments:
¡Menudo viaje!
Cuanto más mayor soy más fascinado quedo por las culturas que nos precedieron.
Pasadlo bien.
4:09 p. m.
Yo acabo de estudiar sobre los ahu y toa su importancia con la astronomia, por eso iré por esos lados si Dios quiere.
Ay si, la ignoranca de la gente subiendo donde no se debe, pero si acuerdate que hasta el papa de una ministra se le cayó la pluma!!
Por suerte la gran mayoria de los moais están sin ojos muero de verguenza que miraran la raza "desarrollada".
4:45 p. m.
Por si los caminos marcados en el cielo no te llevasen hoy a mi blog... que sepas que te dedico un post.
Un saludo y venga... CéHacheI :-)
10:21 a. m.
te leo y me dan ganas de ir para allá. espero terminado mi periplo este año juntar millas y dinero y viajar aunque sea por unos pocos días a Rapa Nui.
Muuuuuuchos Saludos !!!!
8:55 a. m.
!!!! Fabuloso !!!!!
3:23 p. m.
Magnificas fotografías, y estupendo relato. . los relatos son aun mejores cuando son por experiencia propia! De verdad, me da gusto que quieras compartir con nosotros (al menos yo jamás he ido) tu viaje a Isla de Pascua. . un viaje al exterior pero interior de nuestro pais. . La 1era foto es espectacular, pero la segunda muestra maravillas naturales =)
Que genial que hayas sido "niña" por un momento, es bueno desenfrenarse de vez en cuando. . sobre todo con lugares como este .
Saludos =)
11:25 a. m.
Roxiiiiiii
que viaje
sólo pensaba tan lejos de nuestro modelo social, en medio del oceano, pero tan cerca, compartimos un mismo país
un abrazote
4:14 p. m.
Que hermosas experiencias!! me recordaste un viaje que tuve un tiempo atras con mi mama, son recuerdos que jamas se olvidan!
me senti parte de tan linda experiencia con cada descripcion, el lugar es hermoso, los ahu llevan toda una mistica ensenhanza, que amaneceres!
besos,
8:05 p. m.
Si venía saltando de gusto por el último mensaje que me has dejado en el blog, me ha dado mucha alegría tus dos últimos post. Amo viajar.
Desde el norte de México, muchos besos para ti; los sientes de verdad ¿Cierto?
:)
4:00 p. m.
una consulta: el otro dia hablaba con mi socia y roommate, la cual tuvo su luna de miel en Rapa Nui, y me decía que los hombres Rapa Nui eran enfermos de jotes.......alguna experiencia de ese tipo??? o es más mito que realidad????
Saludos
8:27 a. m.
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