Las olas me hablan
Han pasado varias cosas estos días. Actualización lenta, de puro floja, tiempo he tenido. Y más o menos harto. Por una parte siento que he vuelto a ser yo. Obvia, reiterada, vuelta sobre el eje. Nunca he dejado de serlo. Pero me percibo más viva, cómo decirlo más lúcida. No sé si me explico. He vuelto a disfrutar de situaciones y momentos que había dejado en el olvido, y no es un ataque de nostalgia, por que los ataques de nostalgia me cargan. Los fulminantes al menos, los demás pasan camuflados los filtros de lo que debe ser.
Sigo escuchando música de manera compulsiva, pero estoy evitando los audífonos por que me enrollo con el deterioro de la capacidad auditiva.
Lectura, re poca últimamente. Flojita, flojita. Al respecto me viene a la memoria la siguiente teoría un tanto irónica de un familiar. Cito a continuación:
“Teoría Esotérica Sobre la Práctica de los Deportes y la Gimnasia.
La siguiente teoría ha sido puesta a prueba en innumerables casos que nos permiten asegurar categóricamente que el ejercicio físico y los deportes (bajo práctica sistemática y rigurosa) son dañinos para la salud. Asimismo, como es sabido por todos, los deportes son el mejor tóxico para la salud intelectual.”
No alcanzo a preguntarme si será cierto (a pesar de estar flojita intelectualmente y simultáneamente expuesta a práctica sistemática y rigurosa de deporte), por que me da demasiada risa.
Posible solución: leer durante la práctica de la bicicleta estática u otras máquinas denominadas cardiovasculares. En el caso de la piscina la idea es de difícil implementación.
Mientras tipeo esto taladran algo en la oficina de al lado, hace rato que están con golpes y vibraciones extrañísimas. Esos sonidos reiterativos, medios de transe me recuerdan los movimientos y la música étnica de la Pichimuchina. De todos sus sonidos el que más me queda, el que más me llama en el medio del silencio, es el del agua. Pongo la mente en blanco y vuelvo a escucharlo.
En sueños (dormida y despierta) vuelvo a ver el mar, las olas me hablan, incluso en una botella de agua mineral (claro todos alrededor con ataques de risa, pero yo insisto que con imaginación es posible cualquier cosa).
Las olas me hablan, reitero: Las olas me hablan.
¿Qué me dicen? Bueno, ese es un asunto muchísimo más complejo de dilusidar y transmitir.
14 Comments:
Recuerdo que vivía imaginando que sin sudor, no había frescura en la mente.
Así como mis neuronas paraban jugando a hacer deporte, el cuerpo necesitaba movimiento.
En el ajedrez se promovía y promueve mucho eso. Quieres ser el mejor, debes necesariamente tener actividad física, no sólol intelectual.
Todo eso se hace un hábito de vida.
Siento una melodía detrás mío, siento la noche, y presiento en unos minutos más estaré dormido.
No hay playa, no hay olas; pero, hay anhelo de saberme en alguien, en algo.
:)
chau.
1:06 a. m.
Y una de estas olas... llega des del Mediterráneo...
;-)
2:23 a. m.
yo jurando q las fotos se veian grandes ... ajjajaa
en todo caso toy re entrete con fotos "fail" y pensando que mi blog esta medio FAIL ajja
12:24 p. m.
que lindo que te hablen las olas =), yo te creo=P.
y es ciertyo el deporte es asi, a mi no me gusta y no me hace bien...cuando era pequeña, jugaba al basquet, en la cancha habia un cartel que decia:el deporte es salud.pero al final en un partido me golpee tan mal la rodilla que tuvieron que operarmela dos veces.....contradictorio no?
1:38 p. m.
No está mal reencontrarse de vez en cuando, eso impide perderse definitivamente en el mar del tiempo y las olas del olvido.
5:15 p. m.
Hola Roxi. Muy interesante. Siempre me caractericé por mi desprecio hacia aquella actividad física que no fuera el coito o el zapping.
Pero desde hace ya dos meses, comencé a realizar cinta y bicicleta fija, antes que mi busarda impidiera abrocharme el pantalón.
Como de costumbre, un beso grande y que la Goliciana la acompañe.
p/s: sacá la maldita verificación.
5:27 p. m.
El idioma de la naturaleza es indescriptible, te llega al corazon primero y luego a la cabeza. A mi me habla el agua especialmente cuando llueve, a Heidi le hablaban los abetos y a muchos le habla el pisco sour.... Tu sabes que te entiendo!!!
12:08 p. m.
que bueno el post. Como que floté en tus líenas. Me encantó el ritmo de lo que escribiste.. y als reflexiones... Te hablan las olas? qué dicen las olas? por lo menos su sonido es exquisito .
cuidate mucho
Nos seguimos leyendo ;)
2:06 p. m.
Que bueno tu comentario en mi blog. me encantó todo. Y sobre todo la mención al prefecto y al prelado. Puedo usarlo para algún post? es que me gustó demasiado.
Cuidate y nos seguimos leyendo ;)
Ah! y yo también soy de viña, jejeje, así que bonita coincidencia ;)
6:37 p. m.
pasaba a saludar sita roxy, espero q estés bien
Alvaro, blog fantasma
8:57 p. m.
Hola Roxi, tanto tiempo sin saber de ti...
Te acuerdas que siempre hablabamos de vivir cerca del mar?, Bueno, vivo con el mar como vecino pero es un mar sin olas, casi sin sonidos. A falta de olas tengo el viento, que lo reemplaza bastante bien y hace temblar todo a su paso y unos cuántos cisnes y flamencos que mantienen vivo este mar...
Espero saber de ti asi que escribeme...
De una ingrata a otra ingrata...
Dani...
6:03 p. m.
No puedo dejar de pensar en el mar.
Un gran saludo.
6:47 p. m.
Roxiiiii, muchas gracias, ojala en stgo se tomaran espacios así, algún dia iré, a esa ciudad, para recordar poemas por esas calles
un abrazote
12:58 a. m.
Ya pu, actualiza tía, actualiza, jejeje...
Te sigo leyendo ;)
5:48 p. m.
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