ESTO NO ES FICCION

Anoche soñé con un pecosito sonriente a quien fuera de los sueños nunca le he prestado mucha atención. En el sueño él sonreía y yo le hacía cariñito en la cara, era una caricia muy inocente y tierna, y el seguía sonriendo. Todo esto se vio interrumpido por el reloj que habla y su reiterativo "es hora de levantarse la hora es: 5 de la mañana y 15 minutos", 16, 17, 18, etc. Hasta que activé la pausa y el reloj parlante volvió a torturarme pero ahora con intervalos de 10 minutos. En una de esas debo haber apretado mal el pausa, por que no sonó más y empecé a soñar que mi hermana chocaba a un auto estacionado, era un auto blanco que con el impacto se desplazaba y seguía andando solo. En una fracción de segundos yo le hacía ver que avisáramos a la gente de la casa por que algo se podía hacer para detenerlo, pero ella me decía que de ninguna manera y nos dábamos a la fuga. A lo lejos veía el auto blanco alejarse cada vez más. El resto del sueño eran escapadas y persecuciones por valparaíso, sólo recuerdo que en uno de los cerros gente que también corría se lanzaban por los aires, de uno a otro a una guagua. Me quedaba la sensación de que esta guagua no era una guagua propiamente tal, si no más bien un muñeco muy real que contenía algo oculto, que no sabría decir bien qué era. Igual algo de angustia experimentaba, lo que se acrecentaba con el hecho de que al caer la guagua al pavimento, se abalanzaban unos perros y desgarraban su carne. Recién entonces advertía que no era un muñeco y que era un ser humano, una guagua de verdad. Me desperté con sabor a sangre en la boca, y con la idea de que este sueño angustioso era algo de culpa por que después de tanto tiempo he vuelto a comer carne. Me desperté atrasada, me duché en 10 minutos (toda una osadía, nunca me demoro tan poco), no prendí ni el calefactor en el baño, ni la estufa en la pieza, salí con el pelo mojado y sin tomar desayuno, corrí al paradero y no pasaba la micro, tomé un taxi hasta el metro más cercano, me lanzé escaleras a bajo, corriendo en sentido contrario, todos iban en otra dirección, al llegar al extremo norte de la ciudad de nuevo taxi, pensando en si alcanzaría o no a grabar los videos para la reunión con los poderosos. Llegué a la oficina vacía, el pasto congelado, las luces apagadas, el guardia somnoliento. Vi la hora y era la correcta, no entendí nada hasta que mucho más tarde alguien me informó que la reunión había sido pospuesta (existe esta palabra?). Gracias por avisar.
ESTO NO ES FICCION