Lejos

Este fin de semana estuve lejos de Santiago, como me hacía falta hace mucho tiempo.

Un día en la montaña y otro en el campo.

Con las distancias tan grandes que recorrí, mi cuerpo está mas cansado que el viernes, pero mi mente se refrescó un poco, y creo que mi alma también, y eso me da energías para esta nueva semana.

El sábado fui al Parque Punta de Vacas, que queda un poco más allá del Paso Los Libertadores, entrando a Argentina. El entorno maravilloso de verdad, ahí en medio de la cordillera, un paraje bastante desolado pero potentísimo. Igual la situación era extraña por que estaba rodeada de pura (y mucha) gente humanista que ansiaba casi religiosamente escuchar a Silo, y en honor a la verdad debo decir que prácticamente no se quién es (hasta es probable que su nombre se escriba diferente a como lo escribí). Entonces, ¿qué hacía yo ahí protagonizando "un día con los humanistas"? ... La Anja se ríe cada vez que le pongo nombre de reportaje, documental o película (según sea el caso) a un momento de la vida, pero bueno ese no es el punto. El punto es que simplemente una muy buena amiga a quién conozco desde los tres años me invitó a estas "Jornadas de inspiración espiritual" y aunque no entendí mucho, ni me preocupé de averiguar tampoco, me entusiasmó la idea de salir de Santiago y partir a la cordillera. Afortunadamente no era la única mirando desde afuera, y estuve en compañía de otra persona que tampoco pertenece al movimiento humanista, ni conoce a Silo. Caminé un montón, vi imágenes hermosas, hice unas fotos bonitas, vi muchas caras nuevas y practiqué un poquitito el italiano (había gente de todas partes del mundo).

Igual para mí es sumamente extraño ver a gente tan involucrada en algo ideológico, verlos emocionados (con lágrimas muchos de ellos) al escuchar a su líder, que debo reconocer es bastante carismático, pero no como para llorar al escucharlo. No sé, igual me pregunté hartas veces ¿qué hago aquí?, y aunque estaba más preocupada de observar la naturaleza y volver impregnada de rocas, nieve y tierra, igual fue lindo ver a tanta gente vibrando en una energía similar, todos tan felices y abrazándose tanto. Lindo, pero raro, muy raro. Quizás ellos pienes lo mismo de mí: linda pero rara, muy rara esta Roxi.

A pesar de esa sensación de extrañeza, regresé descontaminada y con energía, así que le agradezco a mi amiga la invitación.

Hoy partí a Pirque a ver a otra amiga, a quién también conozco desde los tres años. Desde que se fue a vivir allá la veo menos seguido, antes eramos prácticamente vecinas y además vivimos un año completo de cesantía compartida. Así que se imaginarán cuanto la extraño, de verla casi a diario, a verla cuando puedo. Igual el metro ayuda bastante, y los domingos no va tan terriblemente lleno. Además el metro bus pasó casi altiro, así que todo bien. A Pirque no llevé la cámara, lo cual es realmente un crimen, por que en esta época del año todo toma un color ocre hermoso, casi dorado. Caminar por esos parajes, hasta llegar al fooooooooooondo de una parcela, a la casita que habita mi amiga, fue increíble. Todavía quedan algunos membrillos, las ovejas corren como locas (y tiene unas caras tan simpáticas con sus ojos tan separados), corre el río, y los pajaritos vuelan por todas partes. Recorrer todo eso en bici debe ser increíble. Fuera de lo lindo y renovador del contacto con la naturaleza, es tan bueno conservar amistades sinceras y confiables. Esa es una de las cosas que le agradezco a la vida.

Creo que con esto estoy mejor armada (ja como que fuera una guerra, y en cierto modo lo es) para enfrentar otra semana en Santiago.

Santiaguinos, ¿qué estamos haciendo mal?.

Si sé, muchas cosas no dependen directamente de nosotros, pero al menos podemos sonreir más, mucho más, nos vemos todos tan lindos al sonreir, y es tan, pero tan reconfortable.

Este fin de semana se cerró también con un toque extraño: en el metro me fui conversando con un gringo, quién se despidió afectuosamente con un mal pronunciado "Suerte en tu vida personal" ... lo que me faltaba, que tu me des consejos.

Bueno debo aclarar que el gringo, no es un gringo qualsiasi, es un gringo (en realidad un inglés) que conozco hace un par de años, y aunque lo he pelado un montón, en el fondo le tengo afecto, por que (también en el fondo) es buena persona, y aunque se ha equivocado un montón (¿y quién no?) parece que ahora está intentando equivocarse menos y aclararse.

Y al final todos buscamos un poco eso, aclararnos, entendernos, reconciliarnos. Y buscamos afuera, y buscamos lejos. Y aunque escapar un poco a veces ayuda, todo está adentro. Sólo que nos cuesta tanto darnos cuenta.

Ya saben, a sonreír mucho esta semana.