Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

marzo 17, 2007

La Víbora

Me desaparecí un período más prolongado de lo habitual por que pasé largas horas frente al computador realizando las gráficas animadas que se utilizaron como apoyo visual para el concierto sinfónico Chile Canta Contigo, concierto en el que se celebró el primer año de Gobierno de Michelle Bachelet, homenajeando con versiones orquestadas a los grandes Violeta Parra, Patricio Manns, Víctor Jara y Gabriela Mistral.

El concierto fue precioso, conmovedor de verdad, y el trabajo muy lindo también, en especial toda la parte de Violeta Parra que fue con quién mas sintonicé, quizás haga un post aparte citando pedacitos de un documental que le hizo la televisión francesa, y que son muy reveladores de su alma creativa, generosa y solidaria.

Hoy en realidad quiero escribir una entrada pendiente, pero de otro tema, una entrada que quise escribir para el día de la mujer y que no alcancé.

Como ya saben, el nombre de esta entrada es La Víbora, y justamente lo elegí para dejar en claro que aunque las mujeres podemos ser dulces, maternales, contenedoras, etc. También podemos ser un poco malas, manipuladoras, calculadoras, despectivas, etc. Y esto no está mal, es un poco contradictorio, pero es una realidad, todas tenemos nuestras etapas y lo sabemos, y ellos quienes han compartido la vida con nosotras, también lo saben. La que no se ha sentido un poco Víbora en algún momento de su vida que me lo diga y lo explique con claridad. Y el que no se ha cruzado en su existencia con una Víbora que lo diga también y que se sienta sumamente afortunado.

Entonces, primero los dejo con el poema La Víbora que fue escrito por Nicanor Parra; y después con una anécdota relatada por Alejandro Jodorowsky que nos revela su relación con una célebre Víbora chilena, que es en quién se inspiró Nicanor Parra para escribir su poema.

Y aunque esto se va a alargar mucho, y estamos llegando de una manera muy laberíntica, finalmente el verdadero tema de este post es una poetisa chilena, muy lúcida aunque un poco olvidada. No les digo nada más, sigan leyendo y si tienen paciencia o conocen la historia sabrán de quién hablo.


La Víbora

Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujer despreciable
Sacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sin cuento,
Trabajar día y noche para alimentarla y vestirla,
Llevar a cabo algunos delitos, cometer algunas faltas,
A la luz de la luna realizar pequeños robos,
Falsificaciones de documentos comprometedores,
So pena de caer en descrédito ante sus ojos fascinantes.
En horas de comprensión solíamos concurrir a los parques
Y retratarnos juntos manejando una lancha a motor,
O nos íbamos a un café danzante
Donde nos entregábamos a un baile desenfrenado
Que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada.
Largos años viví prisionero del encanto de aquella mujer
Que solía presentarse a mi oficina completamente desnuda
Ejecutando las contorsiones más difíciles de imaginar
Con el propósito de incorporar mi pobre alma a su órbita
Y, sobre todo, para extorsionarme hasta el último centavo.
Me prohibía estrictamente que me relacionase con mi familia.
Mis amigos eran separados de mí mediante libelos infamantes
Que la víbora hacía publicar en un diario de su propiedad.
Apasionada hasta el delirio no me daba un instante de tregua,
Exigiéndome perentoriamente que besara su boca
Y que contestase sin dilación sus necias preguntas,
Varias de ellas referentes a la eternidad y a la vida futura
Temas que producían en mí un lamentable estado de ánimo,
Zumbidos de oídos, entrecortadas náuseas, desvanecimientos prematuros
Que ella sabía aprovechar con ese espíritu práctico que la caracterizaba
Para vestirse rápidamente sin pérdida de tiempo
Y abandonar mi departamento dejándome con un palmo de narices.
Esta situación se prolongó por más de cinco años.
Por temporadas vivíamos juntos en una pieza redonda
Que pagábamos a medias en un barrio de lujo cerca del cementerio.
(Algunas noches hubimos de interrumpir nuestra luna de miel
Para hacer frente a las ratas que se colaban por la ventana).

Llevaba la víbora un minucioso libro de cuentas
En el que anotaba hasta el más mínimo centavo que yo le pedía en préstamo;
No me permitía usar el cepillo de dientes que yo mismo le había regalado
Y me acusaba de haber arruinado su juventud:
Lanzando llamas por los ojos me emplazaba a comparecer ante el juez
Y pagarle dentro de un plazo prudente parte de la deuda,
Pues ella necesitaba ese dinero para continuar sus estudios
Entonces hube de salir a la calle a vivir de la caridad pública,
Dormir en los bancos de las plazas,
Donde fui encontrado muchas veces moribundo por la policía
Entre las primeras hojas del otoño.
Felizmente aquel estado de cosas no pasó más adelante,
Porque cierta vez en que yo me encontraba en una plaza también
Posando frente a una cámara fotográfica
Unas deliciosas manos femeninas me vendaron de pronto la vista
Mientras una voz amada para mí me preguntaba quién soy yo.
Tú eres mi amor, respondí con serenidad.
¡Ángel mío, dijo ella nerviosamente,
Permite que me siente en tus rodillas una vez más!
Entonces pude percatarme de que ella se presentaba ahora provista de un pequeño taparrabos.
Fue un encuentro memorable, aunque lleno de notas discordantes:
Me he comprado una parcela, no lejos del matadero, exclamó,
Allí pienso construir una especie de pirámide.
En la que podamos pasar los últimos días de nuestra vida.
Ya he terminado mis estudios, me he recibido de abogado,
Dispongo de buen capital;
Dediquémonos a un negocio productivo, los dos, amor mío, agregó
Lejos del mundo construyamos nuestro nido.
Basta de sandeces, repliqué, tus planes me inspiran desconfianza,
Piensa que de un momento a otro mi verdadera mujer
Puede dejarnos a todos en la miseria más espantosa.
Mis hijos han crecido ya, el tiempo ha transcurrido,
Me siento profundamente agotado, déjame reposar un instante,
Tráeme un poco de agua, mujer,
Consígueme algo de comer en alguna parte,
Estoy muerto de hambre,
No puedo trabajar más para ti,
Todo ha terminado entre nosotros.
(Nicanor Parra)


Alejandro Jodorowsky, relata una anécdota relacionada con este poema, y con lo que les cito ahora, ya nos vamos acercando a la poetisa de cabellera roja a quién quiero recordar con esta entrada.

“Al día siguiente dejé pasar las horas, sin que ninguna de ellas me importara. Inmóvil iba yo avanzando a través de un tiempo plano, gris, un túnel vacío dónde al final brillaba como una esplendorosa joya la ansiada medianoche. Llegué al café Iris a las doce en punto, trayendo escondido en el pecho el títere de Nicanor Parra. Regalo para Stella … pero mi amada aún no había llegado. Pedí una cerveza. A las doce y media pedí otra. A la una, otra; a la una y media, otra; a las dos, otra y otra a las dos y media. Ebrio y triste la vi entrar, ufana, acompañada por un hombre más bajo que ella, con cara de boxeador y expresión socarrona común a esos rotos descendientes de soldado español e india violada. Lanzándome una mirada desafiante se sentó con, supuse, su amante, frente a mí. Ella y él satisfechos, sonreían. Me puse furioso. Metí mi mano bajo el chaleco, extraje el muñeco y lo lancé en la mesa. <<¡Que este Nicanor Parra sea tu maestro! Merecerías andar con un poeta de esa dimensión y no envilecerte con piojentos como el que ahora te acompaña. Si lees su genial poema La Víbora encontrarás tu retrato. Adiós para siempre>>. Y dando tropezones, enredándome en las patas de las sillas, busqué la salida. Stella corrió detrás de mí y me devolvió a la mesa. Creí que el boxeador insultado iba a darme puñetazos, pero no. Con una sonrisa me tendió la mano y me dijo: Te agradezco lo que has dicho. Soy Nicanor Parra y la mujer que me inspiró La Víbora es Stella"
"Frente a esa extravagante y hermosa mujer me quedé mudo.”

Pues bien, la extravagante y hermosa mujer que hacía enmudecer en 1949 a Alejandro Jodorowsky, y a los demás comensales del café Iris, era la poetisa Stella Díaz Varín. Una mejer creativa, original auténtica y con una gran necesidad e encontrar su voz y las palabras exactas.

Así la describe Jodorowsky “1949, en el país más lejano, allí donde nadie quiere ser diferente de los demás...cuarenta años antes que aparecieran los primeros punks...Acabo de instalarme frente a una taza de café, Stella (a quien acaban de expulsar del diario La Hora por su artículo sobre la tala de árboles...En lugar de empolvarse la cara como es costumbre en las chilenas se ha pintado de violeta pálido usando una acuarela........."

Stella Díaz dedico su vida a la poesía, esa fue su búsqueda, y así la define, o más bien no la define:

“Nunca he pensado qué es la poesía. Es algo absolutamente fuera de mi misma. En el mismo momento en que lo haga jamás volvería a escribir un poema. Existen instantes poéticos en los que tú existes, pero no se puede decir nada más, porque la poesía trasciende a todo. Tampoco sé lo que siento cuando escribo, porque me encuentro totalmente ida”

“No. La poesía no es una ecuación biológica. La poesía, si tú la pudieras definir -porque es indefinible- es un arranque sentimental, es una memoria de otro arranque sentimental, nada más”

Mujer intensa, un poco olvidada por todos los chilenos que tanto tememos las diferencias y los cambios, hoy invitada de honor a este blog, para regalarnos algunas de sus creaciones, para quienes hayan tenido la paciencia de llegar hasta aquí.

"...Es así
Que la vida es en su muerte
Una pura substancia
Un sereno ocurrir, naturalmente
Un ritual
De poderes ocultos en su origen
Un círculo elemental
Un curioso bullicio
Un germinar muriendo.
Es así
Que estoy viva
Y en cada vida
Se me va la muerte..."

"dejaban mi cabellera colgante desde el tronco de la puerta como trofeo
Sin precedencia en la historia de los indios manantiales
y una cuenca abierta
para la mirada de los ojos indiscretos
colocada a la acera del abismo
Y esta era mi morada"


VEN DE LA LUZ, HIJO

Que te ciegue la luz, hijo.
Ven de la luz;
Desde donde la pupila sueña
y vuelve atormentada,
como un escombro vivo,
como especie de flor, como pájaro.
Carbón de víscera terrestre,
así como víscera de árbol.

Deja que se ensañe la luz, hijo,
Desciende como los antiguos ángeles,
como los malos discípulos,
ardiendo en su pasión, desheredados.
Así como las fieras, hijo.

Incomprendidas del río, intocadas
absolutas, tristes.
Ese será el día
-presentimiento que no quise,
tú sabes, los conoces-
que tomaré la forma deseada.

Ojo de estiércol, húmedo;
aprisionaré tu llama,
tu superficie extraceleste
tu mirada de centro obscuro,
tu trigal;
la tibia voluntad de tu piel
me ayudará y seremos.

Nunca antes pudimos.
Yo era como esas pequeñas fuentes secas .
Desciende, hijo, de la luz;
avizora el espacio,
avizora el horizonte.
La curva que deja el corazón de un muerto,
la mano que se esconde,
la mano que nadie quiso acariciar.

Seremos.
Tú y yo venidos
irremisiblemente;
unidos como dos tallos jóvenes aún;
Queriendo apenas lo que no se nos dio.
Amando
lo que la luz aconseja:
el vértigo, la hondonada, el silencio.
el color de las piedras;
tantas cosas simples y distintas.
Llegaremos a amar la contextura de Dios
tan difusa;
tan perfecta como tus pequeños ídolos.
La madera de Dios
tan bella y roja
como el corazón de los árboles.
Tan bella y roja
como el corazón del veneno.
Que te ciegue la luz, hijo.
Que te atormente.
Ven de la luz, inúndate;
Ten la luz y desmiente la tiniebla.
Ven, hijo, arrodíllate.
Cree en los amaneceres.
En la luz son más bellos los ojos de Dios.

Si quieren conocer más a Stella, les dejo unos links de la página Memoria Chilena, en donde encontrarán documentos en pdf.

http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/dest.asp?id=stelladones

http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/documento_detalle.asp?id=MC0017860

12 Comments:

Blogger Gonzalo Villar Bordones said...

Rox: Hoy esplandeces como una maga azul.

La mañana está llena de un cielo celeste. Debe ser por tu sonrisa.

Estoy maravillado del regalo que nos das..... es un episodio bellísimo, habla de nuestros poetas, de nuestro pueblo, de nuestras mu8jeres tormentosas y fuertes.

Besos, muchos besos.

Lo anunciaré en http://noticias-de-la-blogsfera.blogspot.com...... es imperible tu artículo.

11:13 a. m.

 
Blogger Sirita said...

holaaa querida... toda la razón las mujeres tenemos mucho de víboras, la verdad es que me identifico porque puedo ser ultra dulce pero muy mala jaaja... y aparte siempre tengo mis manos frías y si que me identifico a ratos...
me alegro que todo haya resultado estupendo...
muchos cariños y ánimo!

3:11 p. m.

 
Blogger Alvaro en OZ said...

para ser sincero, ignoro completamente a que persona se refiere el poema. Lo que sí sé es que existen mujeres víboras que envenenan muchas cosas, pero su efecto es compensado por el ejército de mujeres poseedoras de una poderosa luz interior.
Muchos saludos ¡¡¡¡¡

7:55 p. m.

 
Blogger Branch said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

4:30 p. m.

 
Blogger Branch said...

Es la primera vez que te visito y estoy gratamente sorprendida. Tienes una forma deliciosa de compartirnos tus experiencias y gustos. Es muy agradable leerte.

Te seguiré la pista.

Saludos desde México ;)

4:32 p. m.

 
Blogger boris said...

roxi, imagino que cantabas la jardinerita cuando hiciste tu trabajo en la etapa de violeta, lo de stella es verdad, pero lo mas terrible cuando son viviras entre ellas, gracias por el dato de esos panqueques, un abrazo

10:48 a. m.

 
Blogger Viejito Cibernetico said...

Oiga cabra chica

Pa' que le voy a mentir... no leí lo que escribió en su block, lo último (lo llaman post-it? verdad)... bueno, pero lo haré más adelante. Ta largo, y me tomé una valeriana pa calmarme así que ni lo intento, usted sabe cxon la edad uno se queda dormido donde sea, pero despues de la siesta lo leo.

Sólo pasé y vi el portón abierto y le hago señas desde acá pa saludarla.


El viejito cibernético
(que entiende menos de los blocks ahora que los cambiaron, de hecho ni aparece mi nombre arriba ahora).

11:07 a. m.

 
Blogger Vestal said...

Hola Roxi;
realmente es de lujo tu articulo.
Pucha que podemos ser complicadas las mujeres, pero parece que es parte de la gracia.
Gracias tambien por hablarnos de la poesa de Stella, y no solo de lo que esta mujer provocó en los hombres.

12:10 p. m.

 
Anonymous Marcelo said...

Stella Díaz Varín, la más grande de las poetas chilenas, una voz fuerte e indoblegable tanto física como literariamente.Un lujo es su "Obra Reunida", publicada en 2011 por la editorial Cuarto Propio. Felicitaciones por difundir tanto la leyenda que la encierra como parte de su contundente producción.

8:31 p. m.

 
Blogger Alberto said...

por eso hay tanto "femicidio"...

10:37 p. m.

 
Blogger Alberto said...

por eso hay tanto "femicidio"...

10:38 p. m.

 
Blogger Alberto said...

por eso hay tanto "femicidio"...

10:38 p. m.

 

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