Album de fotos
En Rayuela, los personajes citan y releen cada tanto a un tal Morelli, que me huele a mí a pura invención de Cortázar para hacernos pensar un poco, para darnos claves sobre su novela, y sobre todo para ponernos en complicidad con sus personajes.
Bueno, en el capítulo 109, se expone un planteamiento de Morelli quién considera que la vida de los otros, tal como nos llega en la llamada realidad, no es cine sino fotografía, es decir que no podemos aprehender la acción sino tan sólo sus fragmentos eleáticamente (no sé que significa esta palabra) recortados. No hay más que los momentos en que estamos con ese otro cuya vida creemos entender, o cuando nos hablan de él, o cuando él nos cuenta lo que le ha pasado o proyecta ante nosotros lo que tiene intención de hacer. Al final queda un álbum de fotos, de instantes fijos: jamás el devenir realizándose ante nosotros. Sin embargo esta acumulación de fragmentos puede cristalizar bruscamente en una realidad total, una realidad que un ojo lúcido podría entender en su absoluto, pero sin alterar las fotos, sin intentar ordenarlas o darle coherencia.
Cito este fragmento por que me parece muy coherente plantear la vida como una secuencia de fotos de instantes, secuencia aleatoria y no lineal claro está. Morelli habla de la vida de los otros, pero claramente esta teoría puede ser aplicada a la vida propia y principalmente así debiera ser.
Me quedó dando vueltas esta idea y me empezaron a venir a la cabeza muchas fotos de mi vida, muchos instantes que si los pongo uno tras otro sin respetar el orden temporal, y mezclándolos azarosamente igual pueden dar una idea de quién soy yo, pero de quién soy yo verdaderamente más allá de los roles convencionales, que se resumen burdamente en un ¿tú que haces?, o peor ¿tu qué eres? Justamente el otro día conversábamos de esto con la Eli en el metro, de que la gente te pregunta, qué haces o qué eres, refiriéndose a tu profesión, oficio y/o trabajo, y se quedan muy tranquilos con cualquier respuesta coherente como soy diseñadora, o periodista o lo que sea, y hago postproducción de video o relaciones públicas de una corporación, o lo que sea, como si eso pudiera decir algo sobre un ser humano. Me parece a mí, que es una mala costumbre que todos tenemos, pero que es una forma muy fácil de reducir la vida a un solo aspecto y conformarnos con eso.
En cambio sería un bonito ejercicio empezar a mostrar nuestro álbum de fotos mentales y dejar que los demás lo interpreten, y ojalá que ellos nos dejaran acceder conscientemente a su álbum de fotos. Para Morelli estas siempre serán fotos y nunca cine, claro nunca cine en el sentido convencional con los tres actos, los puntos de giro, la coherencia y la linealidad a la que estamos habituados. Pero el concepto de álbum de fotos de Morelli, se me parece mucho al concepto de cine chamánico de Raúl Ruiz quien en su poética del cine, plantea un cine en el que por ejemplo veamos muchos fragmentos breves de gente diferente tomando un vaso de leche, cepillándose los dientes, duchándose, etc. Fragmentos mezclados aleatoreamente que sin contarnos una historia acerca de la mañana, nos transmitiera la sensación de mañana, de inicio del día, sensación con la que todos podríamos sintonizar pues es una vivencia que en forma similar o diferente también hemos vivido.
Me estoy alargando un poco en esta introducción y enredando en las ideas pero me acordé de Ruiz con los fragmentos de Morelli, y se me empezó a armar mi album de fotos, principalmente por que la tarde del jueves fue muy fragmentada y algo extraña, estas fueron algunas de las imágenes que después me llevaron a otras y que ahora estarán acá mezcladas como fueron apareciendo:
Estación de metro escuela militar, hace tiempo que no pasaba por acá, están remodelándola y las galerías comerciales ahora están cubiertas por panderetas blancas provisorias, en este paisaje extraño un músico toca violín, ¿por qué en escuela militar?¿no se supone que los leones es la estación de los músicos? Sigo de largo por que no me interesa escuchar pero al pasar me envuelve una melodía gitanilla que creo conocer. Pero claro que la conozco, es un fragmento que se repite en el Live in Buenos Aires de Kusturica. Escucho unos segundos. Estoy en la fiesta gitana en el Víctor Jara, bailo y canto enajenada, se me alegra la estúpida tarde, abro la billetera para sacar una moneda y ponerla en la caja del violín, la billetera estaba mal cerrada y se caen muchas monedas en diferentes direcciones, las que logro recoger van a parar a la caja del violín. Estoy en mi departamento voy a tipear algo en el computador y veo plumas alrededor del escritorio, horror, me paralizo, barro debajo de la cama un pajarito está ahí, no quiero ser asquerosa pero con gusanos y todo. ¿Por qué mi gato Juanín me hace esto? La Mafalda y la Tabata también lo hacían, no se por qué no entienden que no me gustan semejantes regalos. Un guión de cine podría empezar con esta imagen una mujer recogiendo a un pajarito muerto en su habitación, acalorada, resignada, intentando barrer las plumas que como son tan livianas se mueven de un lugar a otro y se rehúsan a ser capturadas. Claro y los gatos duermen como si nada sobre el plumón nuevo. El plumón es agradable ahora ya no paso frío, hasta me da calor. Me sueno, el resfrío no se me pasa nunca. ¿Cuándo podré volver a la piscina?. En épocas en que no he tenido plata para financiarme la piscina hasta sueño que nado, eso me pasa un poco ahora, y sólo van dos semanas. Sueño también con gente del pasado, ¿por qué? ¿no se puede escapar así no más si darle explicaciones a nadie?. Estoy en Valparaíso recorriendo los cerros a pie. Estoy sentada en una placita leyendo a Flaubert y pensando en la mucha lata que me da volver a Santiago apurada para ir a una reunión de amigos en el Barrio Brasil. No me dan lata las personas en particular, me molesta que todo es un poco forzado, que es tan evidente que hay subgrupos irreconciliables, y que hacemos como si nada. Estoy frente al computador del trabajo pegando un logotipo a un spot que hizo otra persona. Me gustaría estar leyendo a Flaubert o a cualquier otro en una placita de Valparaíso, mirar la ventana hacia el cielo que se arma accidentalmente en el pasaje Bavestrello, mirar el mar. Estoy lavando la loza y escuchando Moda y pueblo de Páez, cuantas veces lo he visto en vivo? Ya no recuerdo, a Charly en cambio una sola vez, las entradas me las regaló Truman supongo que como retribución por haberlo ayudado con la pospo de Crecer. Charly canta una versión muy combativa de “Volver a los 17” una versión hermosa, se me eriza la piel, me da mucha vergüenza que casi nadie se sepa la letra, puros chilenos y prácticamente nadie canta Volver a los 17. Hay un tema de Charly con el que me acuerdo de un ex Jefe, que era un cretino y un perverso pero era muy bien educado, a decir el único educado de ese lugar, un sínico perfecto pero de trato agradable. Mi hermano come arrollados primavera y yo sigo sonándome por que este maldito resfrío no se me pasa nuca. Leo otros blogs, sobre todo cuando estoy en el trabajo, la lectura de otros me permite escaparme un poco de esta sensación de estar atrapada, de estancamiento. ¿Les pasará a otros también lo mismo?. Discuto con un profesor que dice que ya volverá la profesora y que ojalá no se haya agriado al tener a su hijo, ¿pero qué le pasa?¿cómo se le ocurre que una mujer se puede agriar por tener un hijo? Todo lo contrario, el profesor no me presta atención y me deja discutiendo sola, vuelve a los climax y anticlímax y muestra unos diagramas y gráficos que me parecen muy sospechosos. El sonido de la tele me irrita, pero igual veo bastante seguido la esclava Isaura. Leo en el metro a Rojas a Cortázar, y también una compilación del Reader´s Digest de diferentes autores, la mayoría no vale casi nada, pero la gracia es que están en italiano y me gusta leer en italiano. Estoy en Italia dando vueltas en círculo, no entiendo nada de Roma, pero me desplazo por la ciudad como si la conociera, estoy más perdida que la cresta, pero esto me entretiene, accidentalmente damos con el Coliseo y está iluminado de una manera tan bonita que corremos hacia allá cantando He Barrido el sol. Los Tres se reunieron de nuevo, y ya no son cuatro, ahora son tres de nuevo, o incluyeron a otro, no sé, pero ya no es lo mismo. Todavía no escucho camino, no me gusta cuando intentamos recomponer las cosas.
Postulo a un magíster en Valparaíso, la idea me gusta demasiado, pero se acostumbrarán el Juanín y la Mafalda al puerto?
Dejo hasta acá podría seguir toda la mañana.
Bueno, en el capítulo 109, se expone un planteamiento de Morelli quién considera que la vida de los otros, tal como nos llega en la llamada realidad, no es cine sino fotografía, es decir que no podemos aprehender la acción sino tan sólo sus fragmentos eleáticamente (no sé que significa esta palabra) recortados. No hay más que los momentos en que estamos con ese otro cuya vida creemos entender, o cuando nos hablan de él, o cuando él nos cuenta lo que le ha pasado o proyecta ante nosotros lo que tiene intención de hacer. Al final queda un álbum de fotos, de instantes fijos: jamás el devenir realizándose ante nosotros. Sin embargo esta acumulación de fragmentos puede cristalizar bruscamente en una realidad total, una realidad que un ojo lúcido podría entender en su absoluto, pero sin alterar las fotos, sin intentar ordenarlas o darle coherencia.
Cito este fragmento por que me parece muy coherente plantear la vida como una secuencia de fotos de instantes, secuencia aleatoria y no lineal claro está. Morelli habla de la vida de los otros, pero claramente esta teoría puede ser aplicada a la vida propia y principalmente así debiera ser.
Me quedó dando vueltas esta idea y me empezaron a venir a la cabeza muchas fotos de mi vida, muchos instantes que si los pongo uno tras otro sin respetar el orden temporal, y mezclándolos azarosamente igual pueden dar una idea de quién soy yo, pero de quién soy yo verdaderamente más allá de los roles convencionales, que se resumen burdamente en un ¿tú que haces?, o peor ¿tu qué eres? Justamente el otro día conversábamos de esto con la Eli en el metro, de que la gente te pregunta, qué haces o qué eres, refiriéndose a tu profesión, oficio y/o trabajo, y se quedan muy tranquilos con cualquier respuesta coherente como soy diseñadora, o periodista o lo que sea, y hago postproducción de video o relaciones públicas de una corporación, o lo que sea, como si eso pudiera decir algo sobre un ser humano. Me parece a mí, que es una mala costumbre que todos tenemos, pero que es una forma muy fácil de reducir la vida a un solo aspecto y conformarnos con eso.
En cambio sería un bonito ejercicio empezar a mostrar nuestro álbum de fotos mentales y dejar que los demás lo interpreten, y ojalá que ellos nos dejaran acceder conscientemente a su álbum de fotos. Para Morelli estas siempre serán fotos y nunca cine, claro nunca cine en el sentido convencional con los tres actos, los puntos de giro, la coherencia y la linealidad a la que estamos habituados. Pero el concepto de álbum de fotos de Morelli, se me parece mucho al concepto de cine chamánico de Raúl Ruiz quien en su poética del cine, plantea un cine en el que por ejemplo veamos muchos fragmentos breves de gente diferente tomando un vaso de leche, cepillándose los dientes, duchándose, etc. Fragmentos mezclados aleatoreamente que sin contarnos una historia acerca de la mañana, nos transmitiera la sensación de mañana, de inicio del día, sensación con la que todos podríamos sintonizar pues es una vivencia que en forma similar o diferente también hemos vivido.
Me estoy alargando un poco en esta introducción y enredando en las ideas pero me acordé de Ruiz con los fragmentos de Morelli, y se me empezó a armar mi album de fotos, principalmente por que la tarde del jueves fue muy fragmentada y algo extraña, estas fueron algunas de las imágenes que después me llevaron a otras y que ahora estarán acá mezcladas como fueron apareciendo:
Estación de metro escuela militar, hace tiempo que no pasaba por acá, están remodelándola y las galerías comerciales ahora están cubiertas por panderetas blancas provisorias, en este paisaje extraño un músico toca violín, ¿por qué en escuela militar?¿no se supone que los leones es la estación de los músicos? Sigo de largo por que no me interesa escuchar pero al pasar me envuelve una melodía gitanilla que creo conocer. Pero claro que la conozco, es un fragmento que se repite en el Live in Buenos Aires de Kusturica. Escucho unos segundos. Estoy en la fiesta gitana en el Víctor Jara, bailo y canto enajenada, se me alegra la estúpida tarde, abro la billetera para sacar una moneda y ponerla en la caja del violín, la billetera estaba mal cerrada y se caen muchas monedas en diferentes direcciones, las que logro recoger van a parar a la caja del violín. Estoy en mi departamento voy a tipear algo en el computador y veo plumas alrededor del escritorio, horror, me paralizo, barro debajo de la cama un pajarito está ahí, no quiero ser asquerosa pero con gusanos y todo. ¿Por qué mi gato Juanín me hace esto? La Mafalda y la Tabata también lo hacían, no se por qué no entienden que no me gustan semejantes regalos. Un guión de cine podría empezar con esta imagen una mujer recogiendo a un pajarito muerto en su habitación, acalorada, resignada, intentando barrer las plumas que como son tan livianas se mueven de un lugar a otro y se rehúsan a ser capturadas. Claro y los gatos duermen como si nada sobre el plumón nuevo. El plumón es agradable ahora ya no paso frío, hasta me da calor. Me sueno, el resfrío no se me pasa nunca. ¿Cuándo podré volver a la piscina?. En épocas en que no he tenido plata para financiarme la piscina hasta sueño que nado, eso me pasa un poco ahora, y sólo van dos semanas. Sueño también con gente del pasado, ¿por qué? ¿no se puede escapar así no más si darle explicaciones a nadie?. Estoy en Valparaíso recorriendo los cerros a pie. Estoy sentada en una placita leyendo a Flaubert y pensando en la mucha lata que me da volver a Santiago apurada para ir a una reunión de amigos en el Barrio Brasil. No me dan lata las personas en particular, me molesta que todo es un poco forzado, que es tan evidente que hay subgrupos irreconciliables, y que hacemos como si nada. Estoy frente al computador del trabajo pegando un logotipo a un spot que hizo otra persona. Me gustaría estar leyendo a Flaubert o a cualquier otro en una placita de Valparaíso, mirar la ventana hacia el cielo que se arma accidentalmente en el pasaje Bavestrello, mirar el mar. Estoy lavando la loza y escuchando Moda y pueblo de Páez, cuantas veces lo he visto en vivo? Ya no recuerdo, a Charly en cambio una sola vez, las entradas me las regaló Truman supongo que como retribución por haberlo ayudado con la pospo de Crecer. Charly canta una versión muy combativa de “Volver a los 17” una versión hermosa, se me eriza la piel, me da mucha vergüenza que casi nadie se sepa la letra, puros chilenos y prácticamente nadie canta Volver a los 17. Hay un tema de Charly con el que me acuerdo de un ex Jefe, que era un cretino y un perverso pero era muy bien educado, a decir el único educado de ese lugar, un sínico perfecto pero de trato agradable. Mi hermano come arrollados primavera y yo sigo sonándome por que este maldito resfrío no se me pasa nuca. Leo otros blogs, sobre todo cuando estoy en el trabajo, la lectura de otros me permite escaparme un poco de esta sensación de estar atrapada, de estancamiento. ¿Les pasará a otros también lo mismo?. Discuto con un profesor que dice que ya volverá la profesora y que ojalá no se haya agriado al tener a su hijo, ¿pero qué le pasa?¿cómo se le ocurre que una mujer se puede agriar por tener un hijo? Todo lo contrario, el profesor no me presta atención y me deja discutiendo sola, vuelve a los climax y anticlímax y muestra unos diagramas y gráficos que me parecen muy sospechosos. El sonido de la tele me irrita, pero igual veo bastante seguido la esclava Isaura. Leo en el metro a Rojas a Cortázar, y también una compilación del Reader´s Digest de diferentes autores, la mayoría no vale casi nada, pero la gracia es que están en italiano y me gusta leer en italiano. Estoy en Italia dando vueltas en círculo, no entiendo nada de Roma, pero me desplazo por la ciudad como si la conociera, estoy más perdida que la cresta, pero esto me entretiene, accidentalmente damos con el Coliseo y está iluminado de una manera tan bonita que corremos hacia allá cantando He Barrido el sol. Los Tres se reunieron de nuevo, y ya no son cuatro, ahora son tres de nuevo, o incluyeron a otro, no sé, pero ya no es lo mismo. Todavía no escucho camino, no me gusta cuando intentamos recomponer las cosas.
Postulo a un magíster en Valparaíso, la idea me gusta demasiado, pero se acostumbrarán el Juanín y la Mafalda al puerto?
Dejo hasta acá podría seguir toda la mañana.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home