Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

abril 16, 2006

Fin de semana y La Sagrada Familia

El fin de semana que recién pasó, fue excelente.
El viernes almorcé con una amiga, su ex “marido” y la hija de ambos, quién con su espontaneidad nos transportó a los tres a la añorada infancia, y nos sometimos a las instrucciones de la niña quién organizaba y dirigía el juego, que consistía básicamente e cantar y bailar con todas las energías posibles y dejando de lado todas la inhibiciones, cualquier canción que ella pusiera al azar. Todo un poco loco, pero muy lindo y liberador.

El sábado, me junté a almorzar con dos amigas, ex compañeras de trabajo (oscuro lugar cuyo nombre no vale la pena decir).
A una de ellas no la veía hace tiempo, y fue una sorpresa muy grata, comprobar que la sintonía sigue siendo la misma … y además verla a ella en un momento de su vida muy importante, desprendiéndose del exitismo y exceso de profesionalismo neurótico, con el que todos hemos crecido, y el que nos han hecho creer, que es la única opción en la vida. Menos mal que hay otras opciones y gente que se está atreviendo a tomarlas!
En la noche fui a ver La Sagrada Familia, película que me conmovió profundamente (más abajo pego el mismo comentario que le dejé al director en su blog), y hoy a ver Morir un poco, película que comentaré más adelante, por ahora puedo decir que me emocionó su ingenua pero arrebatada protesta por las reglas e injusticias que nos han hecho tomar como correctas e inevitables.
¿Hace rato que nos estamos dando vuelta en lo mismo?
¡Que alivio saber que no soy sólo yo!

Por supuesto, que el domingo lo pasé con mi propia Sagrada Familia.

Acá viene lo que me pasó con La Sagrada Familia (la película). Igual quedan un montón de cosas fuera, pero estoy intentando ser más sintética (aunque me cuesta mucho), y no cometer el crimen de contar la película, cuando la comento, cosa que torpemente no puedo evitar.
En fin …

Este sábado fui a ver la Sagrada Familia, y fue realmente una ofrenda para mis sentimientos e inquietudes.
Salí de la sala conmovida, y con una extraña sensación de tristeza, nostalgia y alegría mezcladas.
En fin, sobrecogida.
Fui con una amiga y pasó harto rato antes de que cada una dijera algo, e intentáramos dilucidar que nos había pasado con la película. Viví ese mutismo e incomodidad, propio de las emociones ambivalentes, cuando algo te agarra fuerte y no sabes cómo expresarlo. Obviamente por que sentí retratada en gran medida a mi propia familia (a quienes partí a visitar al salir del cine).
Imposible no ver en la Madre, que limpia y organiza todo compulsivamente, a mi propia madre. O no ver en el Padre que con desesperación intenta llenar el vacío con palabras, palabras y más palabras, a mi propio padre.
Mi neurótica pero querida familia, se parece bastante a la Sagrada Familia de la película, que testarudamente sigue unida y respetando los ritos que la sustentan.
Me sentí muy acogida por el tono y el color de la película, que con esa suciedad intencional, le da una calidez, e incluso ternura diría yo, a ese ambiente en todo se está cayendo a pedazos.
Imposible no sentir nostalgia, del afecto tan puro, sincero e incondicional de Rita por Marcos. Imposible no recordar momentos ya lejanos, en que creo haber experimentado ese tipo de afecto. Imposible no experimentar cierta envidia de esos abrazos tan honestos, entre ellos, que son los abrazos más verdaderos que he visto en una película. (sin exagerar)
Salí media tristona del cine, debo admitirlo, pero todo matizado con momentos de mucha risa y alegría, como la estúpida pero bellísima espontaneidad tan bien retratada en ese carrete.
Además de las canciones “Lo mejor de ti” de Carlos Cabezas, y “Secreta Presencia”, de Javiera y Los imposibles que han sido importantes en mi vida.
En fin, todo en su justa medida, una conjunción de energías muy sutiles, pero a la vez muy potentes, como la imagen del humo del cigarrillo ascendiendo sinuosamente.

1 Comments:

Blogger Blanca Lewin said...

Obvio que puedes firmar!! No es excluyente, me imagino que hay mucha gente como tú que no está inscrita por causa del mismo sistema binominal. Adelante!

2:27 p. m.

 

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