El Asceta del Bosque
“La vida de Siddharta seguía estando presidida por tres cosas: pensar, esperar y ayunar;. todavía la gente del mundo, los seres humanos le eran extraños, igual que él lo era para los demás.”
Cuando yo tenía quince años, conocí a un auténtico Asceta del Bosque que bajó a la ciudad y se perdió en ella. Como no sabía hacer nada más que pensar, esperar y ayunar se dedicó a ser profesor de filosofía, ahí fue cuando lo conocí, cuando fue mi maestro de filosofía en el colegio.
No vayan a creer que era un profesor de filosofía tradicional, y aunque sí nos hacía leer a los clásicos, su verdadera misión fue la de despertar nuestra dormida alma de adolescentes acomodados, para hacer algo más significativo con ella.
Recuerdo que nos hizo leer Siddharta de Herman Hesse, y aunque me sorprendieron muchas cosas de este texto, yo estaba muy irritada de “saber” que Siddharta buscaba y buscaba, y al final según yo no había encontrado nada. En una interrogación oral acerca del texto, que más pareció una sesión de psicoanálisis o un rito iniciático, El Asceta me dio las claves para comprender el texto y para salirme de mi obstinada percepción literal y práctica de él.
No les voy a plantear la lectura que yo hago de ese texto, ya que cada uno puede hacer la propia (y esa es la gracia) pero sí les diré que me impactaron dos aspectos, uno de los cuales me hace mucho ruido ahora.
El primer aspecto fue una imagen: cuando a Siddharta en el río se le despliegan como imágenes fulminantes y sucesivas todas las etapas de su vida, en una secuencia alucinante.
El segundo aspecto fue la capacidad de Siddharta de esperar, tal como dice en el fragmento que cité arriba, el sabía pensar esperar y ayunar.
Quiero detenerme en este punto por que creo que todos debiéramos tener desarrolladas estas tres capacidades. Pensar todos lo hacemos, en mayor o menor medida y en diferentes estados de conciencia. Ayunar, si uno realmente se lo propone también se puede hacer, al menos durante un par de días. Pero ESPERAR me parece que es lo más difícil que existe, es decir en determinadas circunstancias, muchas veces, estamos obligados a esperar, pero no sabemos (o al menos yo no sé, agrego el plural para no sentirme tan sola en esto) hacerlo con calma y armonía.
Cuando yo ESPERO me DESESPERO, me baja el aburrimiento y la ansiedad, terrible angustiante. Creo que un poco de eso hubo en mi fomingo pasado, y por eso preferí dormir, dormir y dormir, para no darme cuenta de mi DESESPERACIÓN.
En estos días estoy esperando el resultado de tres postulaciones:
1. Taller de Guión Cinematográfico en la Cineteca Nacional
2. Fondo Nacional del libro, creación, novela
3. Propuestas de diseño para el CowParade 2006
La primera postulación debiera definirse este jueves, la segunda “por mayo” aunque no me especificaron la fecha, la tercera el 29 de Mayo.
Así que ahí estoy, este será un mes de espera, y yo que no sé esperar ando bastante maniada.
Lo bueno de todo esto y de mi desesperada espera es que me acordé de:
- Siddharta.
- Herman Hesse.
- De los increíbles “Demian” y “El lobo estepario”, mucho mejores que Siddharta en mi opinión.
- Que el Álex nunca me devolvió “El lobo estepario” aunque sí el “Ré” de los Café Tacuba.
- El montaje precioso que en el Teatro de la UC, hicieron hace años de Siddharta (con río y todo)
- El mal logrado montaje y adaptación “moderna” que hicieron en el Teatro de la UC, creo que el año pasado de Demian
La mente es así, no puede parar de hacer asociaciones, sin embargo lo mejor de esta espera, por sobre todo lo demás, es que me recordó al asceta del Bosque que conocí a los quince años, filósofo incomprendido que nos hablaba del alma, de los sueños, de la vigilia, de la percepción, y de tantas otras cosas importantes que se pierden en la máquina de la producción y la convención del “tiempo”.
Gracias Asceta, hasta mantras me hiciste cantar.
Cuando yo tenía quince años, conocí a un auténtico Asceta del Bosque que bajó a la ciudad y se perdió en ella. Como no sabía hacer nada más que pensar, esperar y ayunar se dedicó a ser profesor de filosofía, ahí fue cuando lo conocí, cuando fue mi maestro de filosofía en el colegio.
No vayan a creer que era un profesor de filosofía tradicional, y aunque sí nos hacía leer a los clásicos, su verdadera misión fue la de despertar nuestra dormida alma de adolescentes acomodados, para hacer algo más significativo con ella.
Recuerdo que nos hizo leer Siddharta de Herman Hesse, y aunque me sorprendieron muchas cosas de este texto, yo estaba muy irritada de “saber” que Siddharta buscaba y buscaba, y al final según yo no había encontrado nada. En una interrogación oral acerca del texto, que más pareció una sesión de psicoanálisis o un rito iniciático, El Asceta me dio las claves para comprender el texto y para salirme de mi obstinada percepción literal y práctica de él.
No les voy a plantear la lectura que yo hago de ese texto, ya que cada uno puede hacer la propia (y esa es la gracia) pero sí les diré que me impactaron dos aspectos, uno de los cuales me hace mucho ruido ahora.
El primer aspecto fue una imagen: cuando a Siddharta en el río se le despliegan como imágenes fulminantes y sucesivas todas las etapas de su vida, en una secuencia alucinante.
El segundo aspecto fue la capacidad de Siddharta de esperar, tal como dice en el fragmento que cité arriba, el sabía pensar esperar y ayunar.
Quiero detenerme en este punto por que creo que todos debiéramos tener desarrolladas estas tres capacidades. Pensar todos lo hacemos, en mayor o menor medida y en diferentes estados de conciencia. Ayunar, si uno realmente se lo propone también se puede hacer, al menos durante un par de días. Pero ESPERAR me parece que es lo más difícil que existe, es decir en determinadas circunstancias, muchas veces, estamos obligados a esperar, pero no sabemos (o al menos yo no sé, agrego el plural para no sentirme tan sola en esto) hacerlo con calma y armonía.
Cuando yo ESPERO me DESESPERO, me baja el aburrimiento y la ansiedad, terrible angustiante. Creo que un poco de eso hubo en mi fomingo pasado, y por eso preferí dormir, dormir y dormir, para no darme cuenta de mi DESESPERACIÓN.
En estos días estoy esperando el resultado de tres postulaciones:
1. Taller de Guión Cinematográfico en la Cineteca Nacional
2. Fondo Nacional del libro, creación, novela
3. Propuestas de diseño para el CowParade 2006
La primera postulación debiera definirse este jueves, la segunda “por mayo” aunque no me especificaron la fecha, la tercera el 29 de Mayo.
Así que ahí estoy, este será un mes de espera, y yo que no sé esperar ando bastante maniada.
Lo bueno de todo esto y de mi desesperada espera es que me acordé de:
- Siddharta.
- Herman Hesse.
- De los increíbles “Demian” y “El lobo estepario”, mucho mejores que Siddharta en mi opinión.
- Que el Álex nunca me devolvió “El lobo estepario” aunque sí el “Ré” de los Café Tacuba.
- El montaje precioso que en el Teatro de la UC, hicieron hace años de Siddharta (con río y todo)
- El mal logrado montaje y adaptación “moderna” que hicieron en el Teatro de la UC, creo que el año pasado de Demian
La mente es así, no puede parar de hacer asociaciones, sin embargo lo mejor de esta espera, por sobre todo lo demás, es que me recordó al asceta del Bosque que conocí a los quince años, filósofo incomprendido que nos hablaba del alma, de los sueños, de la vigilia, de la percepción, y de tantas otras cosas importantes que se pierden en la máquina de la producción y la convención del “tiempo”.
Gracias Asceta, hasta mantras me hiciste cantar.
6 Comments:
era ese de barba, castaño y de unos treinta y tantos???
yo ni me acuerdo, en qué cresta andaba que ahora desesperadamente busco eso??
en fin...
en ese colegio era normal que eso nos sucediera...
beso,
chau
DMR
7:44 p. m.
Sí, ese mismo su nombre es Aldo Calcagni y es capísimo en filosofía. De hecho recién lo busqué en google y mira lo que encontré en "Expertos UC":
Aldo Calcagni González
Filosofía contemporánea/ Aprendizaje trasformacional/ Formación de profesores
El doctor Calcagni es especialista en temas de la filosofía contemporánea: antropología filosófica y teoría de la acción, así como epistemología y teoría de la ciencia.
El campo donde centra su investigación es el del aprendizaje trasformacional, tanto en personas como en organizaciones, especialmente en lo referido a los dominios emocional y del lenguaje.
9:38 a. m.
Oiga niñito
Ahora me dio con los soundtracks o bandas sonoras... hágame llegar a mi block, cuáles, según usted, valen la pena.
El viejito jodido
4:02 p. m.
roxi
primero mucho éxito en tus postulaciones, espero que se hagan realidad esos proyectos
sobre la capacidad de espera, lo mejor es viajar, salir de tu casa, para dejar que el tiempo pase por tu vida
saludos, boris
10:43 p. m.
para esperar es mejor saber esperar y hay filosofias que se centran en ello aunque es saludable pasear y conocer nuevos lugares tambien.
aunque yo prefiero saber esperar.
4:06 p. m.
ROXI
Te invito a visitar mi blog, me llamo cristián y esta es la dirección:
http:// obscure-clear.blogspot.com
9:57 p. m.
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