Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

julio 06, 2006

Fragmento de infancia


Mientras almuerzo miro por la ventana, el cielo está nublado, igual que los ojos de mi mamá, parece que tiene pena.
Los porotos ya se enfriaron.
Sé que si no me los termino no hay postre y me río.
Recuerdo que tampoco puedo salir a jugar y ya no me río tanto.
Me rindo y trago las últimas tres cucharadas.
Ahora estoy afuera, hay sol y todo resplandece.

Un pequeñísimo fragmento de infancia para recordar esa etapa de la vida en que no me importaba tanto el conocimiento y el razonamiento, o más bien momento en que la forma de conocimiento era otra, no analítica, sino directa, inmediata, fundamentada en el instinto y la espontaneidad.
No es para arrojarme a la nostalgia que reconstruyo este fragmento de infancia, lo hago para traerme algo de ese momento a estos días, para dejar de pensar un poco y sentir, sentir así sencillamente, con simpleza y despreocupación.
Y creo que no hay que volver a la infancia, tal vez un par de años atrás, quizás uno solo, ¿o unos meses? Da igual la medida de tiempo, la idea es desprenderme de esa ingenua y reciente necesidad de no ser vulnerable. Sigo intentando.

5 Comments:

Blogger boris said...

roxi
quede pensando en esos años de infancia en que no tenia atados, en el sentido que era libre para jugar, dibujar y ver tv, ahora me "pesa el día a día" en la sociedad, bueno pero se disfrutan aspectos desconocidos de la niñez, oye coincidimos que "en la ciudad de la furia" es una gran canción, y me encanta la version desenchufada
saludos, boris

10:46 p. m.

 
Blogger Sirita said...

Yo creo que los años de infancia son los mejores, en un oportunidad escribí lo agradale que era preocuparse porque te habías comido el postre de tu hermano, porque te habias roto el pantalón, etc.
Yo si pudiera volver a mi niñe, feliz lo haría!...
saludos!

9:02 a. m.

 
Blogger Viejito Cibernetico said...

De mi infancia casi no recuerdo, aparte de cuando hacían humitas en mi casa... o el sonido de los treiles en el campo... o los camarones... o el aroma a pan recién hecho por la Rosa (ahora huelo sólo el 30% de lo normal)... o la Westinhouse... o Gardel... o el tren local... o el abrazo de mi madre... la mano dispareja de mi abuela en mi cabeza... oiga!... me acuerdo de varias cosas!!!.

Mija, le doy un consejo de viejo: No hay que mirar el futuro con la nuca (Mafalda). Mire pa'delante y cuando quiera algo de su pasado no lo busque, porque ya lo tiene, usted es su pasado, usted es un producto de todo loque recuerda y loq ue no... tiene un pequeño cofrecito con una gran tesoro dentro (todas sus cosas queridas) y de seguro, esa sonrisa luminosa que nos muestra en su foto es la llave para ese baúl.

El viejito

PS: No le cuente a nadie, pero me estoy haciendo un long-play con puros tangos cantados por el hippie de Calamaro.

10:17 a. m.

 
Blogger Unknown said...

Roxi:

Como dice fehacientemente el viejito en su block: “todo lo pasado fue mejor” A veces, en momentos de nostalgia me es casi imposible no recordar, creo que se hace más doloroso cuando estás lejos y no te queda otra que acariciar los recuerdos. Es ahí cuando me acuerdo de las sabias palabras de mi vieja: “Es bueno recordar pero no vivir de los recuerdos”. Eso me impulsa a seguir adelante pero creo que también es bueno parar, mirar hacia atrás, tomar aliento y seguir el recorrido.

Abrazos, nos visitamos.

5:16 p. m.

 
Blogger Alvaro en OZ said...

realmente , el tiempo de nuestra infancia es algo hermoso y mágico, la forma como veíamos las cosas y las experimentabamos eran deliciosas.
no me gusta sinceramente sacralizar las cosas, menos las edades, creo que todas las épocas de nuestras vidas tienen su "q se yo", y tienen su lado oscuro.

nos leemos ¡¡

6:41 p. m.

 

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