¡ Se me pasó !

¡ Se me pasó !, Se me pasó el rollo mental, la confusión, la tontera, el aburrimiento, etc. Ando alegre y descomplicada hace rato, solo que no había tenido tiempo para actualizar.

Coincido con muchos de los que pasaron por acá y comentaron que ese estado anímico tiene mucho que ver con el cansancio de fin de año, las evaluaciones, etc, y agradezco a quienes me tiraron buena energía y me recordaron que no hay que dejarse abatir, por que la vida es hermosa y de nosotros depende celebrarla.

Hace como dos domingos me levanté cansada de mi cansancio y decidí desintoxicarme y purificarme por completo (principalmente eliminando de mi cabeza los pensamientos negativos y unas preguntas rarísimas, que por lo complicadas se parecían a los acertijos de la esfinge).

De ahí en adelante todo empezó a resultar bien, y siento que estoy de nuevo en sincronía con la alegría y la belleza de la vida.

Ver a buenos amigos también me ha hecho muy bien, por otro lado la lenta aunque necesaria normalización de relaciones con otros seres humanos con los que en algún momento sentí solo quedaba la unión del silencio también ha sido un aporte, y la reaparición de personajes curiosos me ha dado un poco de risa (hay gente muy patuda).

Bueno cambiando de tema, para no seguir con palabras semicrípticas, el fin de semana pasado tuve la suerte de visitar por segunda vez en mi vida la ciudad de Buenos Aires, y fue espectacular. Divino como dicen ellos. Resulta que una amiga se casa, y nos fuimos 7 chiquillas a celebrar allá su despedida de soltera. La primera reacción de la gente cuando comento esto es: "Chuta las amiguitas, quizás que se fueron a hacer", la verdad que nada tan cuático, carrete normal, su copetito, muchísimas risas, dar vueltas por la ciudad, etc.

En realidad muchas cosas como para contarlas todas pero me quedo por ahora con el recuerdo del disfrute de la naturaleza y las artesanías en el parque de La Recoleta (previo almuerzo en un lugar increíble que fue locación de una peli), y por supuesto merece mención aparte la suerte gigante que tuve de ver el musical CABARET (la imagen es de la obra), en el teatro Astral de Avenida Corrientes. Una producción a toda raja (perdón por la definición pero no hay otra forma de describirla), una interpretación vibrante, llena de fuerza, de momentos intensos sumamente tristes y otros sumamente felices, una celebración contradictoria y desesperada, como la vida misma.

Como si todo esto fuera poco, fuimos a la función del 2 de Diciembre que era la despedida de la temporada, y la energía que allí había era increíble, actores, productores, espectadores todos, tremendamente emocionados, llorando y en catarsis.

Por supuesto que lo mejor es que todo esto lo viví en compañía de un grupo increíble.

Ahora me preparo para viajar a España en enero, se veía tan lejos ... y ahora queda tan poquito.

Cuando me quejo, en verdad es de puro llena y mal acostumbrada, además este año se me cumplió una fantasía que cuando se empezó a maquinar en mi cabeza, hace casi justo un año, recuerdo perfecto ese día de calor, nunca imaginé siquiera remotamente pudiera concretarse y pasar de mis sueños a la realidad, así que nada ... prometo no reclamar por un buen tiempo.

Como dice Emcee en CABARET "Aquí la vida es divina", Bueno resulta que en Santiago de Chile también lo puede ser, claro que sí.

La foto la saqué de acá y por más que busqué el autor no lo encontré.