Una disgresión, de alguien que pretende dedicarse a escribir. Una especie de collage irregular, con ideas, uno que otro chiste, algún titular de diario, canciones, inquietudes, cualquier cosa que me diga algo, y que le diga algo a los demás.

abril 01, 2006

Para los cinéfilos del futuro 1

Sé que este título puede resultarles ligeramente familiar. Reemplacen la palabra cinéfilos por arqueólogos y ahí lo tienen: “Para los arqueólogos del futuro” música u obra de arte, producto de las creativas mentes de Pancho Sazo y compañía (CONGRESO).
Para los arqueólogos del futuro, fue el primer cassette que tuve en mi vida, y me acompañó de manera obsesiva durante un año completo, junto a un personal stereo (así se decía entonces, no walkman, ni reproductor de mp3) que me regaló mi madre para una navidad. El personal y este cassette, fueron además de un gran regalo, un descubrimiento, una entrada a un universo musical y emocional hermoso, al que difícilmente hubiera tenido acceso en el entorno en que me movía en esos años (colegio cuico, donde se escuchaba muy poca música chilena).
Fue así como CONGRESO pasó a ser la banda sonora de mi vida por esos años. La canción que le da el título a este disco, es un llamado existencialista, un intento desesperado por dejar huellas para la próxima era, por dejar un testimonio. Al respecto, Jaime Atenas, en una entrevista a los CONGRESO publicada en 1989 (n°5, revista carrete), señala: “La idea de esta grabación es como si fuera póstuma, y que se supone, será escuchada en el futuro, cuando nosotros ya no existamos”.
La letra de la canción, dice entre otras cosas: “Aquí estamos en este pozo ciego, aquí fuimos entre tanta semilla quemada, aquí nos arrojaron apresurados … reconstruyan cuidadosos nuestras últimas pisadas, las claves del miedo en éstos, nuestros cuerpos enterrados”, y en el estribillo agregan: Éramos (Ni buenos ni malos), Éramos (Simples seres humanos), Éramos (Con canciones en los labios), Éramos (Con libros de poesía), Éramos (Con deudas y escapularios).
Bueno, siempre he pensado que a este enunciado de lo que Éramos habría que agregarle una alusión al cine, así como las canciones en los labios y los libros de poesía, ¿cuántas películas no nos han conmovido profundamente? Por eso creo que al estribillo de esta canción habría que sumarle un “Éramos (con películas en la retina)”. Esta entrada y otras que vendrán próximamente son eso, son una tentativa por dejar trazos del cine y de las películas que hemos visto, y que nos han marcado. Sobre todo ahora que los multisala están arrasando con los acogedores cines de barrio que han desparecido casi por completo, salvo loables excepciones (fuerza normandie!).
Para esto, haciendo arqueología en mi pc, he recuperado algunos archivos que redacté hace harto tiempo (cuando estaba mal acostumbrada a que me regalaran entradas y pasaba metida en el cine), y que iré publicando cuando se me ocurra y sin ningún orden cronológico específico. Es un poco raro publicar cosas antiguas, pero me gusta le da un aroma dulzón y nostálgico al blog, por lo mismo voy a empezar con una película que se centra en los recuerdos. Ya, sin más introducciones, “El Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, escrita por CHARLIE KAUFMAN y dirigida por MICHEL GOUNDRY. La vi el 8 de septiembre del 2004.

Todo se remueve, se agita y se desintegra …

Vengo llegando del cine, más muda y más pálida de lo habitual; y no es que me sienta mal, es sólo una reacción física de sorpresa ante la sensibilidad tan grande de las personas que hicieron la película que acabo de ver.

Sé que es un poco freak, que me ponga a escribir a esta hora, pero prendí mi computador para terminar un documento que le debiera haber enviado ayer a mi profe de guiones, y cuando vi el monitor encendido sentí la necesidad de transmitir a alguien, aunque sea a una máquina, las ideas y emociones que me generó esta gran película (la palabra gran queda chica). Aunque sean ideas sueltas, desarticuladas, y no bien redactaditas y ordenaditas como me gustaría.

Bueno, debo decir que me gustó todo, todo, todo en esta película. Acá van algunos ejemplos:

- El tono ingenuo y juguetón de Joel y Clementine (no sé como se escriben los nombres), cuando al inicio de la película creen estarse acercando por primera vez. La escena en la estación cuando se ocultan y saludan a través del “paradero” es demasiado linda

- Cómo a través de la narración, al principio, hacen creer al espectador que dos completos desconocidos pueden sintonizar tanto, sorprendiendo y maravillando por la pureza de ese afecto, tan grande y misterioso.

- La estructura con que se arma la historia, que se podría decir circular, pero que continúa después de que se cerró el círculo.

- La forma que toma la película, cuando entra al sueño de Joel, recurriendo a todos los mecanismos oníricos pero sin caer en algo críptico o en simbologías impuestas. Por el contrario potenciando lo absurdo, lo irreal de los sueños como forma de entrar en la mente de otros seres humanos (y ojalá claro en la propia), pudiendo acceder a sus emociones, recuerdos y percepciones. Acá talvez me salga un poco del tema pero rayé con este punto por que me reactivó dos anhelos, tal vez medios perversos, que he tenido desde niña: 1º Que existiera una máquina capaz de grabar los sueños, que al despertar uno pudiera revisar un VHS, y tratar de entenderse un poco, venciendo la resistencia y los métodos de represión; 2º Estar aunque sea una fracción de tiempo muy breve, adentro de la mente de un ser demasiado querido y a la vez inexplicable. Esto último podría ser muy peligroso, por que necesariamente implica tratar de comprender tanto al otro, hasta absorber, poseer su mente (¡HUY!, suena a brujería y dominación). Pero en realidad sería un ejercicio de tomar conciencia de la complejidad de relacionarse con otro ser humano, y de como a veces los problemas están más en la mente de uno, y no en la percepción del otro (como cuando en un juego tonto sabes que le tienes que decir algo a alguien pero no puedes). Traducido a una situación cotidiana sería como dos personas experimentando una tensión ligera muy difícil de captar a través de la percepción consciente y a la vez haciendo grandes esfuerzos, por que no aflore y se quede reprimida en algún rincón de sus cabezas.

- Los diálogos, tan sencillos, pero tan despertadores de sutilezas, marcando momentos alegres, tristes, desesperados, resignados y esperanzados alternadamente. Esta secuencia de momentos emocionales dados por las palabras, se repite una y otra vez, y contiene la atmósfera total de la película. Es decir un Afecto Desordenado (léase Amor) que te dilata las pupilas y te hace experimentar miedo, cólera, pena, culpabilidad, alegría, pasión, odio y esperanza, todo de una sola vez.
En particular me gustó mucho uno de los últimos diálogos (creo que fue justo el último) cuando tras escuchar lo peor que cada uno ha dicho acerca del otro, admiten que se necesitan y que tienen temor a arriesgarse. Ella le vaticina cómo va a ir evolucionando la relación hasta llegar al punto de no soportarse y querer borrarse nuevamente, y el sólo sonríe y dice que no importa, que está bien, generando una acogida y una complicidad envidiable.
Este momento de la película fue lo que más amé, por que es muy jugado, como decirlo … por que es muy García Lorca: “No hemos de llegar sin embargo hemos de ir”

Ya, me estoy poniendo a hacer citas (como si estuviera adentro de mi propia película, también quiero parecer inteligente), así que creo que tengo que dejar este documento hasta acá. Si algún tiempo después, alguien lee esto (espero no haber sido borrada, ni tener necesidad de borrar a nadie), desde ya le agradezco su paciencia, si es que me puse muy psicoanalítica y/o delirante.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

tanto tiempo...
como siempre sorprendes, la fluidez diría yo, que viene de todo eso que tienes...
cuando leía tu comentario de la película pensé que no la había visto, luego, cuando ya estaba conmovida sospeché que podría ser "el eterno resplandor..." será así? recordé la conmoción que tuve la primera vez que la vi, que seguía en la segunda vez, la tercera y que ciertamente será ahora distinta de la cuarta vez...

p a z

11:21 p. m.

 
Blogger Roxi said...

Sí, así es, El Eterno Resplandor, siempre conmueve. Creo que Kaufman es total, además tiene el mérito de que la gente se acuerde de quién escribió el guión, cosa que pasa poco en esta vida (el director se lleva siempre todos los créditos).

9:22 a. m.

 

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